{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Un viaje lleno de sombras y misterios, 'La Visitante' de Amanda Stevens

Después de lo floja que me pareció la tercera entrega de la saga (El profeta) de Amanda Stevens, debo decir que este cuarto libro de la serie La Reina del cementerio me ha gustado más. Se trata de La visitante y en él se vuelve a sentir la esencia original de la historia. Cierto que no iguala a los dos primeros, sobre todo al segundo, el mejor desde mi punto de vista, pero se acerca.

La serie, hasta el momento, está compuesta por cuatro entregas que son, en orden: La restauradora, El reino, El profeta y La visitante. De todas ellas podéis leer mi opinión en reseñas anteriores. Hay un quinto libro a la venta que aún no he leído y que es una especie de precuela. Se titula Los abandonados. Cuando lo lea, ya os contaré.

En La visitante, volvemos a ponernos en la piel de Amelia Grey, una joven restauradora de cementerios que puede ver fantasmas y conectar con el más allá. En esta entrega, Amelia se enfrenta a su propio pasado cuando el espíritu de una mujer se le aparece y le dice que algún día se convertirá en lo que ella es. Se trata de su bisabuela que se sintió tan atormentada por su don y su conexión con el otro lado, que decidió quedarse ciega para así evitar ver fantasmas.

La aparición y las palabras de ese espíritu aterrorizan a Amelia, pues no quiere que ese mal augurio se convierta en realidad y le suceda lo mismo que a su antepasado. Ella solo quiere pasar el resto de su vida con John Devlin, el detective del que se ha enamorado. Cosa complicada tras el descubrimiento de un viejo estereoscopio que la conducirá hacia el autodescubrimiento y que la llevará, además, a una investigación sobre asesinato.

Como he dicho al principio, en esta cuarta entrega se regresa en cierto modo a los orígenes con una Amelia que vuelve a restaurar cementerios. Concretamente el camposanto Kroll con el que tiene mucho que ver sin saberlo. Es un lugar olvidado, lleno de supersticiones y misterios que Stevens ha descrito muy bien. Las descripciones bien hechas son un fuerte de esta autora, así como la delicadeza con la que coloca las palabras. Cuando leo sus novelas, siempre lo pienso. Independientemente de que sus historias te gusten más o menos, cuentan con un vocabulario rico y hermoso colocado con mimo y acierto.

Lo que más me llama la atención de esta saga, he de admitirlo, no os voy a engañar, es que a pesar de ser una serie que en apariencia está pensada para un público femenino al que le gusta la novela romántica (entiéndase de amor), grupo del que me excluyo ya que no soy fan de este género, yo estoy enganchada a ella. Y como yo, otros. Que conste que, desde que empecé a leerla, siempre he mantenido que no me parece novela romántica al uso y quizá sea por eso que ha conseguido atraparme. No lo sé, la verdad, pero la leo con gusto. La disfruto y estoy deseando que salga la siguiente entrega. Me inclino a pensar que es porque siempre me ha gustado lo sobrenatural y oscuro. También porque las novelas están muy bien escritas y estructuradas, al igual que cuenta con personajes muy bien desarrollados con los que puedes llegar a identificarte, salvando las diferencias, claro está.

Parte de la gracia de esta saga es la combinación del miedo y la angustia que produce lo sobrenatural con cierto romanticismo y algunas escenas eróticas que en esta entrega, sí, se vuelve a repetir. Es una composición que funciona y gusta, y que en la entrega anterior había quedado descompuesta o coja. También se añaden toques de investigación negra lo que la dota de un ritmo más animado. Así, Stevens consigue una historia que se convierte en un viaje lleno de sombras y misterios, amor y desencuentros que se emprende con ganas./Verónica García Peña. 'El ladrón de sueños' es su última novela.