{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Tyrion Lanniester, 'el relato político' y el verdadero espíritu de una buena historia

“¿Qué une a la gente? ¿El oro? ¿Los ejércitos? ¿Las banderas? Las historias. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia. Nadie puede detenerla, ningún enemigo vencerla”. Palabra de Tyrion Lannister. Es el último episodio de Juego de Tronos. Los vencedores dilucidan quién debe ser el nuevo rey de los Siete Reinos. Es entonces cuando Tyrion apela la historia. No a la Historia exactamente, ni al linaje, ni a las muescas en las espadas, sino a la historia vivida. De alguna manera, los guionistas de la serie producida por HBO recuerdan, al tiempo que resuelven el argumento, la importancia del disfrute narrativo. Fueron 73 episodios distribuidos en ocho temporadas. El discurso de Tyiron Lannister habla de la propia serie y del camino seguido desde el estreno del primer episodio en abril de 2011 hasta la conclusión de la historia ocho años después. Con sus palabras te recuerda que lo has pasado bien junto a un sinfín de personas deseosas de descubrir el destino de Invernalia, del Muro, los dragones, de Daenerys, Brand, Jon Nieve, Anya, Sansa, Cersei, Jaime, Thion, Brienne de Tharth, Varys y, por supuesto, el propio Tyrion. Ha sido una buena historia y, quizá -seguro-, el punto final no fuera lo esencial. Más si cabe, cuando transcurrido un tiempo recuerdas los buenos ratos pasados y entonces las temporadas se entremezclen en la memoria sin mayor importancia. Como toda buena historia, como recuerda Tyron, su conclusión es más relevante por la sensación de vacío que deja que por las expectativas que cumple en cada uno de nosotros. No tiene que acabar como deseamos para que lo narrado haya sido una buena historia, una extraordinaria experiencia. Si al finalizar una serie, una película, o un libro -o al haber disfrutado de cualquier otra disciplina creativa- no encontramos alternativa -al menos inmediata- es que ha merecido la pena, es que nos ha dejado huella. Y eso es lo que buscamos al leer una novela o ver una serie, ¿no? Por eso, duele observar a los políticos de una y otra trinchera tratar de apropiarse de la idea del relato, rebajando su valor, como hacen con la inmensa mayoría de las palabras e ideas que emplean para explicar sus fines, la mayoría inexplicables. Sus ‘relatos’ no son buenas historias.

Los partidos políticos batallan -reconocen- por ganar el relato. No luchan por poner en marcha sus programas electorales; al menos no parece esa su prioridad. Eso no está de moda. Lo importante, lo realmente importante, es que las radios, los informativos de la televisión y las portadas de los diarios dejen claro que la culpa fue del otro. Esa es toda la ambición que hoy por hoy podemos esperar de los partidos políticos; la ambición por ganar el relato, ‘su relato’. Olvidan que los relatos no se ganan, se escriben y, sin duda, los mejores se sustentan en lo vivido. De eso habla Tyron. Tratan de confundir sus argumentarios con el ‘relato’. Lanzan ideas que sus correligionarios deben repetir en todas las ciudades y regiones: “No quieren negociar”. “Deben desbloquear”, “Es lo peor que le ha pasado al país”. Frases prefabricadas directas a la caja del titular de las páginas de los periódicos o las escaletas de los guiones de los informativos radiofónicos o televisivos. Y no sienten vergüenza alguna de denominarlo relato. Todo vale.

El relato se escribe y se lucha, darle forma y contenido lleva tiempo -a veces de años-, implica dedicación, soledad en las más de las veces. Nunca -si es bueno, si en verdad es un relato- surge en reuniones entre los equipos de comunicación y marketing. Eso es otra cosa. En SPOONFUL hemos hablado, a lo largo de los últimos 8 años- de verdaderos relatos. Relatos con la firma Ishiguro y ‘Nunca me abandones’, Denis Lehanne y ‘El mundo desaparecido’, Pedro Mairal y ‘La Uruguaya’, Zadie Smith, Andrés Neuman, Margaret Atwood, Susan Sontang, Carlos Salem, Sabino Méndez y su ‘Literatura Universal’, Ray Loriga y ‘Redención’, Nell Leyshon y ‘El Show de Gary’, Lara Moreno y ‘Piel de Lobo’, Francisco Daniel Medina y ‘Exposición’, Sara Mesa y ‘Cicatriz’, Milena Busquet y ‘También esto pasará’, Santiago Lorenzo y ‘Los asquerosos’. Hemos invitado a disfrutar de series como ‘Chernobil’, ‘Black Mirrow’, ‘Strangers Things’, ‘Peaky Blindres’, ‘El cuento de la criada’, la primera temporada de ‘True detective’, ‘Years and Years’ y nos hemos quedado petrificados con la primera temporada de la ‘Conjura contra América’. Disfrutamos mientras nos atrapa ‘El hijo del hombre’, de Magritte; ‘La noche estrellada’, de Van Gohg; ‘La persistencia de la memoria’, de Dalí; ‘El jardín de las delicias’, del Bosco; ‘American Gothic’, de Grant Wood; ‘El beso’, de Gustav Klint o ‘Nightawks’, de Hopper. Y muchos otros autores, creadores reales de relatos, a los que la perversión de las palabras por parte de los políticos les producirá repulsión e incluso alguna alergia. A los políticos que no tratan de vender ‘su historia’ -existen- se les reconoce por la forma de contar y de hacer, de abordar el momento y la realidad. A los otros, quizá sea preciso preguntarles cuándo creyeron que la repetición constante de una idea prefabricada era un relato… con sus ‘historias’ a otra parte./J.M.

*Discurso final de Tyrion Lannister:

“He tenido mucho tiempo para pensar sobre nuestra historia sangrienta, sobre todos los errores que hemos cometido. ¿Qué une a la gente? ¿Ejércitos? ¿Oro? ¿Banderas? No, historia. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia. Nada puede pararla. Ningún enemigo puede derrotarla. ¿Y quién tiene una mejor historia que Bran 'El Tullido'? El niño que cayó de una torre alta y sobrevivió. Sabía que no podría volver a andar así que aprendió a volar. Él es nuestra memoria. El que guarda todas nuestras historias. Las guerras, las bodas, los nacimientos, las masacres, las hambrunas, los triunfos y las derrotas. Nuestro pasado. ¿Quién mejor que él para liderarnos en el futuro?"