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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

'Enterrado en la memoria', una novela de Nicci French

Hoy traigo la crítica de un libro que tenía pendiente desde hace unos cuantos años. Bastantes en realidad. Fue uno de los primeros ebooks que compré con mi Kindle y que por una cosa u otra, sobre todo por la vorágine de novedades y obligaciones posteriores, he ido relegando hasta la semana pasada cuando, por fin, me decidí a leerlo. Esto me ha hecho plantearme que debo hacer un reinicio de mi sistema de lecturas. Nada drástico, pero sí llevar a cabo algunos cambios que me permitan dar salida y disfrutar de todas esas lecturas antiguas que tengo atrasadas, algunas incluso al borde del olvido. Por eso, voy a intercalarlas con los libros más actuales que también tengo pendientes. Así podré, poco a poco, ponerme al día. ¿Podré? Lo voy a intentar.

 

Me gusta esta idea porque me da pena pensar que esos libros que un día compré, sobre todo en mis inicios en el mundo del libro digital, donde no dejaba escapar oferta o promoción alguna, se queden ahí, solos, al final de la lista, sin ser disfrutados. No, de eso nada. Todo libro, sea antiguo, esté descatalogado o solo se pueda leer ya en versión digital o de segunda mano, tiene un valor y yo voy a dárselo. Con lo que cuesta escribir y publicar un libro.

 

La novela en cuestión es 'Enterrado en la memoria', de Nicci French, republicado en España en 2011 —la primera vez que se publicó fue en 1997— y que hoy es casi imposible de localizar salvo en tiendas de segunda mano o en otros idiomas, donde todavía siguen catalogados y disponibles. Lo primero es deciros que Nicci French es en realidad un seudónimo. Es el sobrenombre utilizado por el matrimonio de escritores Nicci Gerrard y Sean French. Así es como publican sus novelas de intriga y suspense, que suman nueve en nuestro país y que gozan de fieles seguidores. 

'Enterrado en la memoria' es una novela que gira en torno al descubrimiento del cadáver de una joven desaparecida hace muchos años, cuando era una adolescente, y los recuerdos de su mejor amiga, Jane Martello. Y gira también en torno a una familia, sus sombras y sus secretos; sus mentiras y sus cimientos. Pero son los recuerdos, fundamentales, los que harán de hilo conductor y de esqueleto del libro, pues será Jane Martello y su memoria quien nos cuente la historia en primera persona. Así, iremos descubriendo cómo, cuándo y por qué ocurrió tanto la desaparición como la muerte. También quién fue el asesino porque hay un asesino.

 

La novela está escrita de manera ágil, con un lenguaje cuidado pero sencillo, y se lee con rapidez, sobre todo a partir de la segunda mitad del libro. Hay mucha descripción y cuando digo mucha, es mucha. La intención, imagino, es envolver la acción de vida y realismo, pero para mi gusto es demasiado detallista. Este es el mayor ‘pero’ de la historia, que la ralentiza en exceso y en ocasiones puede provocar cierto tedio; no obstante, por lo demás, está bien. Una historia que trata sobre la búsqueda de la verdad con un gran trasfondo psicológico y unas metáforas de gran riqueza visual.

 

La novela, como os decía, está narrada en primera persona. Es Jane Martello, la mejor amiga de la chica muerta, la que nos cuenta qué, cómo y cuándo sucedieron todos los hechos, los del pasado y el presente. Esa primera persona nos relata la historia desde un punto de vista tan personal que hace que los personajes resulten ambiguos. Se apuesta acertadamente por la ambigüedad, jugando así con la perspectiva del lector. Ese es su punto fuerte que compensa el detallismo exagerado.

 

Respecto al final, he de decir que pese a sospecharlo, me ha gustado ver cómo se cerraba por completo el círculo. Hay, eso sí, una especie de ruptura en la estructura o de grieta buscada, creo que lo está, en la parte conclusiva del libro. Esto es que se da como una elipsis temporal en la que el lector debe imaginar el desarrollo de los hechos. No es difícil imaginarlos, claro, pero me ha sorprendido. Sobre todo teniendo en cuenta el detallismo descrito hasta entonces y el que después se vuelve a imponer. No sé si es algo habitual, como una característica típica de la escritura de Nicci French. Quizá deba leer algún libro más para comprobarlo. Sí, tal vez lo haga porque la novela, en términos generales, ha cumplido su función. Me ha entretenido, ha alejado el calor sofocante que nos ha acompañado estos días —transcurre en una lluviosa Inglaterra—, ha logrado que desconecte de todo lo demás, incluido el móvil, y he descansado la cabeza. Una novela ideal para detener las turbulencias del día a día.

 

Sinopsis: Como cada año, Jane acude a la reunión de su familia política, los Martello, en su casa de campo, a pesar de que está a punto de divorciarse de su marido, el mayor de la dinastía. Pero no será como en otras ocasiones: a pocos metros de la casa acaban de encontrar los restos de Natalie, la hija de los Martello, desaparecida veinte años atrás, tras una fiesta como esa, cuando solo tenía dieciséis. Jane bucea en su memoria con ayuda de un psicoanalista bastante peculiar. ¿Es posible que los recuerdos de aquella infancia feliz en compañía de una gran familia unida se hayan distorsionado? ¿No se hallará en los rincones más oscuros de sus recuerdos la clave de lo que le sucedió a Natalie o incluso la identidad del responsable? /Verónica García Peña, su última novela es 'La isla de las musas' 

 

«Cierro los ojos. Todo está ahí, dentro de mi cabeza. Una neblina que se extiende sobre las ondulaciones del jardín. El intenso picor del frío en la nariz. Tengo que hacer un esfuerzo consciente si quiero recordar qué más pasó el día en que encontramos el cadáver, el cadáver de Natalie».



Autor: Verónica García Peña

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