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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

'El alcornoque de los muertos', el sargento hechizado un soplo de aire fresco en la novela negra

Cuando leí la primera novela de Fernando Roye sobre el sargento Carmelo Domínguez, 'El caso de la mano perdida', os dije que le seguiría la pista porque me había gustado mucho. Su sargento hechizado me embrujó y me hizo leer con ganas, cosa difícil en los tiempos que corren con tantos investigadores llamando a nuestra puerta, y con su segunda novela, 'El alcornoque de los muertos', lo ha vuelto a conseguir. Leer a Roye es un placer.


Como en la primera ocasión, Roye nos invita a acompañar al sargento Carmelo Domínguez a Santa Honorata, un pueblo del sur de España donde los ánimos están encendidos por la aparición de una serie de muñecos colgados en el alcornoque de los muertos. Cada monigote representa a distintos habitantes del pueblo, algunos de ellos de gran relevancia.


Los rumores sobre quién podría ser el responsable crecen sin cuartel y llegan a asegurar que el culpable es uno de los más peligrosos maquis de la zona, que ha regresado del otro mundo para amenazar la tranquilidad del pueblo. Al sargento no le queda más remedio que iniciar una investigación al mismo tiempo que deberá enfrentarse al inesperado desafío con el que el mayor de sus seis hijos está haciendo temblar la paz familiar.


Asistido por sus singulares métodos de deducción, el sargento hechizado tendrá que desenredar una trama en la que no faltan oportunistas, presuntuosos, bandoleros, mentiras, venganzas y otras miserias.


El alcornoque de los muertos es una novela rural de género negro ambientada en la España de los años cincuenta en la que, al más puro estilo Berlanga, Roye hace un ácido retrato de la clase política y social de aquellos oscuros años del franquismo. Ayudado por las investigaciones que el sargento Domínguez lleva a cabo, nos describe de forma excepcional el paisaje rural de Santa Honorata y la vida en una casa cuartel. Será precisamente, la casa cuartel un escenario más desarrollado en esta segunda entrega haciéndonos partícipes de sus peculiaridades y del ir y venir de sus habitantes. Conoceremos mejor tanto la vida familiar del sargento como la del resto de sus compañeros, lo que acercará los personajes más al lector.


La excelente ambientación junto con el lenguaje que Roye utiliza, perfectamente adaptado a la época en la que sitúa la historia, logra que el lector se transporte sin dificultad a 1953, año en el que suceden los hechos.


Bien narrada y estructura, El alcornoque de los muertos, como ya ocurriría en El caso de la mano perdida, tiene toques de humor muy divertidos que conjugan a la perfección con un trasfondo social cargado de penurias como fue la posguerra española. Consigue con ello, además, cierta descarga en la oscuridad que abraza mucha de la existencia de los protagonistas.


El sargento hechizado y Roye son un soplo de aire fresco en la novela negra actual con la que os divertiréis y también aprenderéis muchas cosas sobre los años 50 y la posguerra española. Es, en definitiva, una buena novela que os recomiendo leer./Verónica García Peña. 'El ladrón de sueños' es su última novela.



Autor: Verónica García Peña

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