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{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}

La pobreza gira hacia las clases medias

Un estudio de la Fundación Riojana de Estudios Sociales analizá la evolución de la pobreza

Desde hace unos años –seis aproximadamente- no pasa un día es que la radio mañanera o las páginas de los periódicos no reseñen noticias relacionadas con el cierre de alguna empresa, el desahucio de alguna familia, la presentación de un nuevo expediente de regulación de empleo o la imagen de un comedor social repleto de comensales. Más allá de los datos fríos de las estadísticas, la crisis económica son todas esas imágenes reales. Y es que la crisis, según apunta el estudio sobre ‘Pobreza y Empleo en La Rioja 2013’ elaborado por los sociólogos Sergio Andrés y Carmen Sabater, profesores de la UR, para la Fundación Riojana de Estudios Sociales (UGT)- está provocando un aumento de la vulnerabilidad social y un incremento de la desigualdad con unos nuevos perjudicados, las clases medias, generando lo que se ha definido como "angustia social".


El trabajo de análisis realizado por Andrés y Sabater sitúa el incremento de la pobreza en relación a la precarización del empleo y la fragilidad de los sistemas de protección de los derechos sociales. Una situación que ya se producía antes de 2007 –año en que se fija el inicio de la crisis-, “pero que ahora se extiende a ciudadanos cuya situación en el contexto 1995-2007 no hacía prever que tuvieran que recurrir a los servicios de ayuda”.


Los responsables del estudio, al que han titulado significativamente ‘De la excepcionalidad a la generalidad’, apuntan que “de alguna manera, la crisis está afectando a toda la sociedad y cada vez hay más personas en riesgo. La pobreza tradicional está siendo eclipsada por una nueva pobreza. Antes eran otros y ahora somos también nosotros”.


El informe señala que hoy en día el riesgo de vulnerabilidad ha llegado a las clases medias, que son “el rostro de la crisis, que viven con miedo e incertidumbre, con inseguridad respecto al empleo, con ingresos que en muchos casos tan sólo cubren las necesidades básicas y con hipotecas en el aire”. Una situación que aparece con rasgos de “permanencia en el tiempo”.


Las páginas del estudio detallan situaciones concretas e indica que “sin llegar a la exclusión, muchos hogares están sufriendo procesos de precarización de sus condiciones de vida”. Una evolución que explica el impacto de la crisis a través de distintas fases, una primera de austeridad, en al que se recortan los gastos; una segunda de precariedad, reducción del consumo a las necesidades básicas, hasta llegar a cierto nivel de exclusión. “El desempleo es la puerta para entrar en la pobreza. La austeridad se asume como mecanismo defensivo. Decaen los ingresos, se reducen los salarios, crece el nivel de endeudamiento, algunos de los servicios que cubrían las instituciones ya no se cubren y se produce un incremento de los impuestos e implica un reducción de la capacidad de consumo”.

 

Personas entrevistadas reconocen esas fases: "Dejas de comprar el periódico, ya no vas a tomar el café; no estás en la miseria pero tienes que ir cortando porque sino no llegas. No estás en el paro, pero estás en la cuerda floja".


Los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa la tasa de riesgo de pobreza moderada en 2013 de España en un índice de 21,8, siendo Navarra la que presenta una pauta menor (8,8) y Canarias, la mayor (33,8). La Rioja aparece con un 24,4.


Las cifras recogidas en el estudio se sitúan en un plano más palpable al hablar de situaciones cotidianas. Los datos de INE indican que un 40 por ciento de los españoles -29 por ciento en el caso de La Rioja- no tiene capacidad de afrontar gastos imprevistos; que un 7,4 -7,1 en La Rioja- ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal; y que un 44,5 -43,9 de los riojanos- por ciento de los españoles no pueden permitirse una semana de vacaciones.


La paradoja que se produce es que los datos –las estadísticas- reflejan un incremento de la pobreza mínimo. Un hecho que se explica por dos motivos, según explican los redactores del estudio de la Fundación Riojana de Estudios Sociales. “Las estadísticas –dicen- no se adaptan a la medición de las nuevas situaciones. Por ejemplo, al bajar el nivel de vida y los salarios medios, las estadísticas no consideran pobres a personas que antes, hace unos años, lo hubieran sido, ya que los umbrales de pobreza que tienen en cuenta no se ajustan a la realidad”.


Además, Andrés y Sabater señalan una nueva percepción social, “la pobreza vergonzante, un concepto muy presente hoy en día”. Los sociólogos recuerdan que a lo largo del trabajo de campo ha sido habitual escuchar en las entrevistas realizadas a los voluntarios y trabajadores sociales explicar como “tenían que llevar alimentos a los domicilios de algunas personas porque les daba vergüenza ir a recogerlos a los bancos de alimentos o las parroquias”.


El estudio recoge testimonios que sitúan el momento social en la realidad. “Se dan numerosos casos de ‘vida al día’ y en esta situación lo primero es comer y en muchas ocasiones hay que priorizar que miembros de la familia pueden hacer, ya que la vulnerabilidad es mayor para los niños. Un hombre le decía a un amigo –en una Asociación Juvenil de Voluntarios- que muchas noches él y su mujer se van a la cama con un café con leche, por darles de cenar a los hijos”.

 

El análisis por perfiles que ofrece el estudio ‘Pobreza y empleo en La Rioja 2013’ ofrece tal y como apuntan sus redactores “un gran complejidad, ya que afecta a un espectro muy amplio de la sociedad”. Sergio Andrés y  Carmen Sabater recuerdan que partimos de una situación, en el año 2008, en la que se produjo un cambio rápido y acelerado. “Personas y familias con sus vidas normalizadas –explican- de repente se encontraron en situaciones de precariedad, de inestabilidad en el paro y con una perspectiva de fin del Estado de Bienestar”.

 

Ese escenario ha afectado a menores de edad ypersonas mayores, “cada vez son más los hogares que viven de la pensión de los abuelos, que está suponiendo un gran colchón para las familias”. También fuertemente a personas desahuciadas y discapacitadas.


En el mismo sentido, la mujer aparece entre los principales perfiles damnificados por la crisis. El estudio detecta una brecha laboral y salarial que está creciendo, una desigualdad que se incrementa aún más en función de la edad. En el caso de la inmigración, el análisis detecta el debate existente sobre el retorno a los países de origen, especialmente en las personas procedentes de Sudamérica.


En el caso de los jóvenes, Andrés y Sabater apuntan al problema extra que supone la falta de cualificación. “Tendrán más fácil encontrar un empleo –aseguran- quienes cuenten con estudios”. De igual modo que alertan sobre la complicada situación que generan los ERE (expediente de regulación de empleo). “Afectan –indican- a personas que llevan mucho tiempo trabajando en la misma empresa; son uno de los colectivos con más problemas”.


Las encuestas y entrevistas realizadas durante la elaboración del estudio revelan nuevos perfiles de pobreza y exclusión, según señalan sus conclusiones, “personas que desconocen los cauces para solicitar ayuda o apoyo”.


Unas conclusiones que hablan tras examinar la información reunida –datos del Instituto Nacional de Estadística, Comunidades Autónomas, del Consejo del Poder Judicial y encuestas y entrevistas realizadas por los sociólogos redactores- de una quiebra del modelo productivo español sustentado por la burbuja inmobiliaria, que al estallar supuso una caída en picado. “Una reacción en cadena de la que casi ningún grupo social se ha salvado”.


Andrés y Sabater apuntan en el epílogo la detección de una percepción por parte de la gente de “quiebra del Sistema que hemos conocido. No se cuestiona la Democracia, sino el desarrollo del Sistema, que es visto como algo al servicio de los poderes económicos y políticos”. Aún así, ambos sociólogos coinciden en destacar como “más grave y determinante la percepción que las personas tienen de la quiebra de sus proyectos vitales, de las familias y de los individuos. Dramas que sientan las bases de la desigualdad futura”./Javi Muro

 

"La gente ve el Sistema deslegitimado"

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