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{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}

'No podemos olvidar que la formación es un elemento clave para un país'

El rector de la UR, José Arnáez, reflexiona sobre la Universidad en el marco de los Cursos de Verano

El rector de la Universidad de La Rioja, José Arnáez Vadillo, observa el desarrollo del programa de Cursos de Verano como un momento de máxima relación entre la Universidad y la ciudad. A través de los estores que protegen los ventales de su despacho se esbozan los edificios de viviendas cercanos. Arnáez Vadillo gira la mirada hacia la calle y apunta una conexión con la sociedad que debe de ser constante, y en permanente contacto con la actualidad. Desde ese convencimiento asegura que la institución que dirige tiene mucho que aportar en un momento de crisis como el que vivimos. Habla de ideas, de reflexión, de conocimiento, de investigación; en definitiva de todos esos elementos que pueden aportar un plus añadido. Un percepción que también suscribe al referirse al campo de las Humanidades: "Una sociedad sin visión cultural no sería una sociedad completa". Al analizar la realidad actual de la Universidad una palabra surge de inmediato en la conversación: "Financiación"./Javi Muro

 

SPOONFUL.- ¿Cuáles deben de ser los objetivos de la Universidad?

Desde mi punto de vista, lo primero formar jóvenes. Formarlos adecuadamente para que encuentren un futuro profesional prometedor. Transmitir conocimiento y cultura a la sociedad, y dinamizar y colaborar en el tejido económico y social del territorio. Creo que esos serían los tres ejes. Por un lado, docencia; por otro, investigación; y también cultura: ser capaces de dinamizar culturalmente la región.


S.- ¿Se cumplen hoy esos objetivos? ¿La Universidad encuentra problemas, obstáculos para cumplirlos?

Creo, desde mi punto de vista, que los objetivos se cumplen en cualquier Universidad. También en la nuestra, en la UR. Hay ámbitos en los que se puede trabajar más y con más intensidad. Ámbitos en los que las Universidades se han incorporado más recientemente, mientras que otros son más históricos. La docencia está muy bien definida, la investigación también. Hay que hacer esfuerzos en transferencia del conocimiento, tenemos que ser capaces de conectar desde las Universidades con las necesidades de las empresas y transferirles innovación y tecnología. Esto cuesta más y hay que trabajarlo con más intensidad, pero también es cierto que ha habido menos tradición en este ámbito en nuestras Universidades. Hay que reconocer, sin embargo, que en los últimos diez o quince años ha cambiado mucho esta tendencia.


S.- La relación de la Universidad y la ciudad debe de ser constante, pero da la impresión de que esta relación se intensifica o personifica más cuando se ponen en marcha los Cursos de Verano. ¿Es así?

Sí. Creo que las Universidades tienen que estar comprometidas con la dinámica social y cultural de una región. Durante el invierno, la actividad universitaria gira principalmente alrededor de la formación reglada, la que se imparte a los estudiantes. Cuando termina el curso existe más margen para cumplir esa función que antes comentábamos; es decir, ser capaces de traer y atraer actividades culturales para la ciudad, para la región. Y ese es el objetivo de los cursos de verano. Abrir la Universidad a la sociedad, hacer ver a la sociedad que existe una Universidad, dedicar tiempo para ver los temas más de actualidad que pueden interesar a la sociedad y tratarlos de una forma más relajada y lúdica.


S.- Al hilo del concepto de actualidad que mencionaba, ¿qué importancia tiene lo que ocurre en el día a día en la Universidad?

La Universidad tiene que ser sensible a todo lo que ocurre en la sociedad, lo que ocurre en el momento, en la actualidad. Creo que en ese sentido somos sensibles y los Cursos de Verano lo ponen de manifiesto. La programación contempla cuestiones relacionadas con la Historia, con la política, el deporte… es decir, todos aquellos aspectos que creo que pueden ser de interés y que la sociedad demanda.


S.- Uno de los elementos protagonistas del programa de Cursos de Verano es el ciclo Referentes. Está planteado como una reflexión sobre la idea de que la crisis actual no es sólo económica, ¿no?

Creo que la Universidad tiene una responsabilidad con la sociedad y tiene que ofrecer ejemplos y referentes fundamentales para que la sociedad conozca y pueda sentirse, digamos, protegida. Ese es el objetivo del ciclo Referentes, traer a personalidades y profesionales que han triunfado en su actividad, que tratan de transmitir optimismo y pueden servir de modelo para que la sociedad perciba que ese tipo de personas existe y sean ejemplo para solventar muchos de los problemas que tenemos. La Universidad tiene que ofrecer sus reflexiones, sus ideas.


S.- Repasando el listado de los Referentes del pasado año y, en esta edición, hasta el momento, con Antón Costas, no hay políticos ¿Es algo  deliberado?

No, no. Creo que el ciclo Referentes lo que busca fundamentalmente es mostrar el trabajo de los pensadores, de aquellas personas que están reflexionando sobre los problemas actuales; el más importante en este momento es la situación económica. El político tiene otras reglas de juego y otros ámbitos donde desarrollar ese juego. Creo que nosotros tenemos que centrarnos exclusivamente en lo académico, en lo propio de la Universidad.


S.- Ha mencionado en varias ocasiones la palabra optimismo. ¿Los cursos de verano tienen que incitar al optimismo?

Sí, creo que es uno de los objetivos, tratar de transmitir optimismo, de que hay futuro y de que podemos salir de una situación complicada. También transmiten la idea de que si cada uno de nosotros, en nuestro ámbito correspondiente, ponemos nuestro granito de arena, será posible un futuro más prometedor.


S.- En ese sentido, ¿qué valores, qué elementos, puede aportar la Universidad en un momento de crisis?

Creo que puede aportar mucho. Aporta reflexión, aporta ideas, aporta conocimiento, aporta investigación, aporta todos esos elementos que son un plus añadido para lograr salir de una situación de crisis. No podemos olvidar que la formación para un país es un elemento clave, que exista un buen diseño educativo para los jóvenes es asegurar el futuro. Esa es la tarea de la Universidad, ser capaz de impartir una docencia actualizada y ser capaz de favorecer el paso del periodo educativo al profesional. De hecho, nuestra Universidad está muy involucrada en el tema de las prácticas en empresas. Creemos y pensamos que la Universidad tiene que complementar y ampliar la formación de los estudiantes con el paso por las empresas para que entiendan y comprendan cuál es la realidad. Tenemos más de mil convenios firmados con empresas para que nuestros estudiantes puedan desarrollar esa parte práctica.


S.- La cultura es otro de los ejes protagonistas de los Cursos de Verano, una cultura que durante los años de crisis parece haber quedado un tanto apartada como algo secundario…

Creo que la cultura y la Universidad son dos elementos que han caminado históricamente juntos. Es cierto que, ahora, a la Universidad se le ha dado un perfil más profesional y ha quedado más en segundo plano su papel como dinamizador cultural. Yo reivindico que una Universidad tiene queser un elemento clave en el desarrollo de la cultura e, incluso, formar a personas que luego realicen su actividad profesional en el mundo de la cultura. Es decir, no pensar exclusivamente en ingenieros, en químicos, en ingenieros informáticos, sino también en estos posibles profesionales que se van a dedicar a la edición, a la Educación, al Periodismo, a la Filosofía, a la Historia… esto es básico también para una sociedad, es un elemento clave. Una sociedad sin esta perspectiva cultural, sin esta visión cultural, no sería una sociedad completa.


S.- ¿Existe ese temor de que el utilitarismo, por llamarle de alguna manera, de pensar en la formación universitaria como salida laboral reduzca la atención en las Humanidades, en la Cultura?

Sí. Creo que hay una realidad social a la que no podemos ser ajenos y es que la sociedad reclama a la Universidad que forme profesionales de cara a un mercado de trabajo y, a ser posible, a un mercado inmediato. Es decir, que acabes tu titulación y puedas trabajar. A mí esto me parece, evidentemente, positivo y hay que intentar ser capaz de cumplir ese deseo. Es cierto que el ámbito humanístico no está siendo reclamado por la sociedad en este momento de forma tan clara como el científico o el técnico. Aun así, creo que es clave para entender una Universidad y es clave para entender una sociedad. Es decir, una Universidad no puede prescindir de pensadores, no puede prescindir de intelectuales, no puede prescindir de estas personas que son, en definitiva, los que cambian la sociedad a partir de sus ideas. Ha sido así históricamente. Si uno realiza una visión de los avances de la Humanidad es cierto que ha habido progresos científicos muy importantes –desde la Revolución Industrial, principalmente-, pero esos avances han estado enmarcados en una reflexión intelectual, en una filosofía, en una manera de entender el mundo. Eso lo han aportado los pensadores, los especialistas y profesionales de las Ciencias Humanas y los de las Ciencias Sociales. La Universidad no puede renunciar a esto, es algo fundamental.
S.- Otro de los temas que destaca dentro del programa de Cursos de Verano es la implicación de la Universidad con los problemas sociales. Por ejemplo, la violencia de género, ¿no?

De la misma manera que hablábamos de la Cultura, la Universidad tiene una responsabilidad de tratar de analizar aquellos problemas que angustian a la sociedad, uno de ellos es la violencia de género. También los temas relacionados con la igualdad. Son temáticas sociales que es muy importante que se debatan en la Universidad. Por eso nuestra apuesta por este tipo de cursos.


S.- Internet ha cobrado un especial protagonismo en el programa de este año…

Es clave. La máquina de vapor fue a la Revolución Industrial lo que Internet es a la revolución de hoy en día, al momento que estamos viviendo. Internet se ha incorporado a nuestra vida cotidiana y, por lo tanto, tiene que estar –internet y todo lo que implica: nuevas tecnologías, TICs- totalmente incorporado a la Universidad. Hay que tener en cuenta que las universidades están haciendo de internet un instrumento, incluso, para llegar a un mayor número de estudiantes a través de cursos ‘on line’. Internet se ha incorporado a todos los procesos de investigación y gestión; es una realidad que no puede ser ajena a la Universidad. Internet tiene muchas aristas. Es un mundo muy complejo, con grandes ventajas y también grandes desventajas. Como todo nuevo instrumento que el hombre comienza a utilizar vamos descubriendo sus grandes ventajas y desventajas prácticamente a la vez. Lo que tratamos en los cursos que incorporan esta temática es tratar de explicar y reflexionar sobre toda está diversidad que nos ofrece internet. Sobre los positivo y lo negativo, desde un punto de vista tecnológico, sociológico, cultural… Por nuestra parte, hemos hecho una apuesta muy importante por la formación y la ciencia en Internet con el portal Dialnet, la hemeroteca científica de referencia en el mundo en nuestra lengua.


S.- Conversando con uno de los ponentes del curso ‘La cultura bajo el resplandor de internet’, Jaume Ripoll, de la plataforma de cine Filmin, comentaba que “todavía no nos hemos acostumbrado al seísmo que ha provocado internet"…

Exacto. Cuando la Humanidad establece hitos históricos, que son determinantes porque cambian la forma de entender la sociedad, a veces son muy difíciles de asimilar. Si pensamos por ejemplo en la Revolución Industrial y el comienzo de la mecanización y de las industrias… ¿Cómo contempló en aquel momento la sociedad, eminentemente agrícola, aquel cambio, la introducción de aquellos aparatos en el sistema productivo intentando facilitar la vida y, al mismo tiempo complicándola? Era un nuevo mundo el que se abría. Internet ha supuesto lo mismo, hay un antes y un después y ese periodo de cambio hay matices muy complejos. Creo que es preciso reflexionar sobre ellos para saber dónde nos encontramos. A veces, y en el caso de internet más, da la impresión de que es la herramienta laque nos arrastra; es decir,la herramienta va mucho más rápido de lo que nosotros somos capaces de reflexionar sobre sus consecuencias. Esto nos ocurrido con muchas cosas. Muchos avances los hemos aplicado sin saber qué consecuencias podrían tener a medio o largo plazo.


S.- Al hilo de este planteamiento, años atrás el tema de los idiomas era algo que aparecía como esencial. Algo que se repetía constantemente, “tienes que saber idiomas”. Ahora, parece que el control de las nuevas tecnologías tiene un mayor protagonismo. En los Cursos de Verano, los idiomas siguen siendo un pilar muy importante de la programación, ¿no?

Pienso que hoy la formación en idiomas es básica y que debiera formar parte de lo que entendemos como cultura general. Y más, en un mundo global en el que las interrelaciones son continuas. No pensemos que se trata sólo de una necesidad como consecuencia de la necesidad de viajar o trabajar. No, estando en casa estás abriéndote al mundo a través de internet y una gran parte de los contenidos que aparecen en esas plataformas están en diferentes idiomas. Si quieres estar actualizado, si quieres vivir ese mundo, obviamente, tiene que conocer idiomas. Además, el idioma se ha convertido ya en una herramienta básica para casi todos los trabajos. Las empresas demandan personas que conozcan varios idiomas porque vamos hacia una internacionalización, hacia la globalización. Está claro que el castellano es un idioma mayoritario, pero el idioma de los negocios, el idioma de la ciencia, es el inglés. Esa formación es básica, al igual que parece evidente que a medio plazo el tercer idioma va a ser el chino. El inglés es la lengua franca, se ha convertido en el latín de los tiempos del Imperio Romano. La Universidad tiene que realizar propuestas y cursos que faciliten la formación en idiomas: nosotros lo hacemos cada año a través de nuestra Fundación con profesores nativos; y no sólo de Inglés, también de Francés y Alemán. Cursos cuatrimestrales abiertos a todos nuestros alumnos.


S.- Dicen que la Universidad debe de ser un momento estelar en la vida de una persona, ¿la situación actual económica y social permite que sea así para todo el mundo?

Me vas a permitir una reflexión casi personal. En mi generación, la Universidad era una forma depromocionar profesionalmente cuando nuestra sociedad no era tan compleja ni tan desarrollada como ahora. La Universidad era también un lugar de debate y enriquecimiento cultural. Uno se acercaba a la Universidad por esa necesidad de aprender. Era algo muy importante para la gente de mi generación. Creo que ahora los jóvenes tienen muchos más intereses, entre los cuales está la formación y la Universidad, pero creo que la visión que tienen de la Universidad quizá nosea igual que la que tuvimos nosotros. Es una visión más complementaria, no tan vital.  Un ejemplo al respecto, cuando uno quería ver cine en nuestra generación acudía al cineclub universitario, donde después se comentaba la película junto a un especialista. Ahora te conectas a internet y tienes, prácticamente, toda la Historia del Cine. Ha cambiado mucho la vida y los intereses de los jóvenes.


S.- Hablando de cine, creo que además es una de sus aficiones. Los Cursos de Verano programan todos los veranos un ciclo. En esta ocasión centrado en el género documental, cada vez más pujante.

El cine es una de las manifestaciones más importantes de nuestros tiempos. Creo que además es importante, a pesar de lo que he comentado sobre la facilidad para acceder a películas hoy en día, la actividad de acudir a un lugar común de encuentro para ver cine y después intercambiar opiniones,y debatir. Además, compartiendo la proyección con personas cualificadas, nos puede explicar lo que hemos vistos en la película. Creo que hay dos visionados de una película,el propio yel que genera la reflexión al compartir opiniones con otras personas.


S.- Con la importancia que ha adquirido el cine a lo largo de su historia, ¿no debería ser una carrera universitaria? Tiene la misma influencia que otras muchas artes, ¿no?

En la Universidad española hay másteres, cursos de formación, o seminarios que tratan y hablan del cine. En lo que es la formación de grado hay muchas materias que incorporan al cine como elemento importante de su temario… Creo que la Universidad tiene oferta. ¿Podría tener más? Probablemente sí, pero creo que actualmente el cine está representado en el ámbito universitario.


S.- ¿Qué le falta a la Universidad? En general y, en concreto, a la Universidad de La Rioja.

A la Universidad, al sistema universitario español, le hace falta financiación, esto es evidente. Hemos pasado una crisis económica y esta crisis a todo el mundo y a la Universidad también le ha afectado directamente. Hay que esperar que poco a poco la situación vaya mejorando.A la Universidad también le hace falta una mayor interconexión y una mayor internacionalización, ser capaces de ser más atractivos internacionalmente para alumnos y profesores. ¿Y a la UR? Pues hay que contextualizarla en este marco general. Nosotros estamos haciendo esfuerzos importantes por tratar de internacionalizar la Universidad de La Rioja. De hecho,la UR debe ofrecer una formación de grado que cubra la demanda de la sociedad riojana y luego una formación de postgrado, especializada, que tiene que ser la imagen internacional y nacional de nuestra Universidad. Que nuestra Universidad se conozca porque somos capaces de impartir unos cursos de doctorado, demáster, atractivos e incluso muy relacionados con aquellos temas en los que somos referencia, como el vino o la lengua. Esa formación de postgrado tiene que ser atractiva internacionalmente. Creo que hay que trabajar en esa línea de Universidad abierta.

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