4569
{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}
'La cultura es inversión, lo creativo hay que apoyarlo''
Conrado Escobar es diputado del PP por La Rioja en el Congreso
Conrado Escobar es diputado por La Rioja en el Congreso. Ha sido concejal y portavoz municipal, diputado regional y portavoz parlamentario, consejero de Administraciones Públicas, y senador autonómico y ha visto evolucionar a lo largo del tiempo la relación de los políticos con los ciudadanos. Así que, cuando las encuestas sitúan a la clase política como uno de los principales problemas que sufre el país, Escobar puede analizar -ahora desde su ir y venir a Madrid- el estado de la política y las causas del desapego ciudadano con perspectiva. "Recuperar la confianza de la gente es una tarea sin alternativa"./Javi Muro
SPOONFUL.- ¿Sigues saliendo a correr? ¿El ir y venir de Madrid te lo permite?
Sí. Cuando estoy aquí en Logroño salgo a correr a primera hora de la mañana y en Madrid he descubierto El Retiro. Salgo pronto, sobre las seis y cuarto de la mañana más o menos, y estoy sorprendido de la cantidad de gente que hay corriendo a esas horas. Trato de ser fiel a salir a correr. No siempre puedo, pero intento disciplinarme en ese sentido.
S.- ¿Cómo es una semana de trabajo de un diputado en Madrid?
Lo más complicado, y es el denominador común de todos los que estamos allí, es que parecemos el baúl de la Piquer. Estamos en un sitio y en otro, entrando y saliendo, volviendo… Lo bonito, para mí, al estar en Madrid, más allá de valoraciones políticas, es que estamos viviendo un momento de gran intensidad en lo político. Te sientes parte de algo grande. Tienes la sensación de que estás contribuyendo a mejorar, a cambiar las cosas dentro de esta situación complicada que vivimos. ¿Cómo es la semana? Entre comillas, un poco desordenada. Suelo comenzar los lunes en Logroño con una reunión en la sede del partido y procuro tener encuentros con asociaciones y colectivos que tengan relación con las leyes que estamos aprobando. Procuro que el lunes o el viernes se concentre la actividad sectorial, bien en rueda de prensa o reuniones. El martes viajo a Madrid y suelo tener Comisión de Interior o junta de portavoces, para organizar los temas en los que estamos. Es decir, en la Ley de Seguridad Privada y una subcomisión que hemos creado para el estudio de las redes sociales. En concreto para la seguridad y para crear una estrategia para el uso responsable de las redes sociales, pensando fundamentalmente en los menores. El martes por la tarde suele haber pleno y el miércoles hay sesión de control, en la que es habitual que tenga alguna pregunta dirigida al ministro de Interior. Los jueves también hay pleno y por la tarde suelo organizar visitas con entidades y asociaciones relacionadas con el trabajo que estamos desarrollando. Por ejemplo, me han incorporado al Consejo de Seguridad de Tuenti España y estamos manteniendo encuentros con el presidente de la empresa, con la Guardia Civil, con la Policía Nacional. Lo normal es que el jueves por la noche regrese a Logroño y el viernes volvemos a las reuniones locales y alguna rueda de prensa. Luego, los fines de semana siempre hay alguna actividad. Y siempre, siempre, trato de encapsular un ratito, que es el sábado por la tarde, para mi mujer, que es la que se sacrifica… te vas, no te ven…
S.- Algunas veces recomiendas algún libro, alguna película, a través de las redes sociales. ¿Te da tiempo de leer, de ir al cine?
Sí. Sí, sí. Creo que él dice que no tiene tiempo para leer miente, es cuestión de organizarse. El sábado por la tarde procuro ir o al teatro o al cine. La última película que me ha gustado ha sido ‘Gravity’, la recomiendo. La vimos el otro día y está muy bien. También vimos hace unas semanas ‘El baile’, la obra de teatro interpretada por Pepe Viyuela. ¡Magistral!
S.- Enlazando con el tema de la cultura, parece que en esta época de crisis la cultura se tiene como prescindible...
La cultura es la seña de identidad de un país, es lo que define nuestro carácter, lo que representa la colectividad, en cierto modo, del pueblo español. Puede parecer grandilocuente, pero creo que es así. Evidentemente, dentro de la acepción amplia de cultura está lo que vale y lo que no vale tanto, pero en cualquier caso lo que es creativo hay que apoyarlo. Humildemente, creo que una buena muestra es lo que se está intentando hacer aquí en La Rioja. Creo que en Logroño tenemos una oferta cultural muy notable para nuestra dimensión y además hay una gran respuesta de un público muy agradecido y muy exigente. Lo concreto en el teatro Bretón, peto también podemos mirar a Riojaforum.
S.- Pero parece que la cultura no se tiene en cuenta como generadora de inversión…
Sí. Hombre, ahora mismo estamos en un tiempo en que la financiación lo marca todo, la financiación a corto plazo, el rédito y la rentabilidad a corto plazo. Y sí es verdad que esto complica un poco las cosas, pero si lo miramos con perspectiva no tengo ninguna duda de que la cultura es inversión. Es inversión seguro, porque la cultura es mejorar la oferta de una ciudad y es riqueza en el sentido más amplio de la palabra.
S.- Al hilo de esto que comentas, ¿Cómo se entienden las palabras del ministro Montoro sobre el cine?
Creo que pidió disculpas, ¿no?
S.- … mandó una nota de prensa…
Bueno, no hay más que añadir. Montoro está haciendo una labor extraordinaria y hay que entenderlo. Si nos acercamos a la política de Montoro desde una perspectiva muy parcial probablemente no comprendamos lo que hace, pero tiene la enorme responsabilidad –es la cara- de poner en orden el sistema económico español, el sistema financiero, poner orden en el presupuesto de todas las administraciones públicas, reformarlas… esa tarea es titánica y es tremendamente ingrata porque es inevitable que perjudiques a uno y a otro. En la política económica hay que priorizar y cuando hay que priorizar muchas veces tienes que sacrificar algo que a ti no te gustaría, pero que te toca hacerlo, para que todos ganemos. Creo que a Montoro, más pronto que tarde, terminaremos reconociéndole que la hoja de ruta que lleva es buenísima… incluso la cultural.
S.- Te preguntaba también por la frase del ministro porque a raíz de sus declaraciones –está vez y otras- se entran en grandes polémicas entre partidos. ¿No crees que los políticos, los diputados en el Congreso, perdéis demasiado tiempo en trifulcas que no van a ningún lado? Tiempo que es imprescindible en otros temas.
Coincido en que pueden ser una pérdida de tiempo las trifulcas, pero sin embargo el interés y el morbo que ha despertado unas declaraciones, que luego han sido objeto de disculpa, ha sido máximo. La valoración de esas declaraciones ha impedido ver la buena labor que está haciendo el ministro de Hacienda. Bueno, la política es gestión, pero también es contraponer ideas, debemos ser capaces de hacer las dos cosas. ¿Qué es lo que nos pasa desde mi punto de vista? Pues que igual, desde el Partido Popular, estamos más preocupados de gestionar bien, de resolver problemas, que de comunicar, que de adornar la gestión. Ese era uno de los puntos fuertes que tenía el PSOE, mucho adorno y poca gestión.S.- Has pasado por diferentes puestos y cargos en la política, ¿dónde te has sentido más cómodo?
Todas las etapas que he vivido han sido apasionantes y en todas he disfrutado. Yo recomiendo siempre no perder el sentido de la realidad y pisar la calle. ¿Eso dónde se obtiene? En el ayuntamiento. El ayuntamiento es la mejor escuela de política, sin ninguna discusión posible. Es la mejor escuela para luego hacer bien otras labores. A mí ahora me está tocando una labor más alejada de la realidad, que es la labor legislativa, aunque también es cierto que el Congreso se ha convertido en un escaparate nacional, ya que tenemos todo tipo de protestas y manifestaciones, aunque no es lo habitual. En todo caso sí, que por definición, el Congreso puede tender a alejarse un poquito, como estructura, del día a día. Yo procuro tener presente la necesidad de cercanía en la política, cuando digo cercanía me refiero a la dosis de realismo que precisa la acción política. Ahora procuro estar cerca de los colectivos que se ven afectados por las leyes. Llevamos cuarenta reformas legislativas en dos años, es un porcentaje inédito. Es un ritmo tan vertiginoso que a veces pasa desapercibido y es posible que nos quedemos, como decías, con una declaración más o menos intensa. El ayuntamiento da esa dosis de estar cerca de la gente. No podemos olvidar que un político no deja de ser, de alguna manera, una ventanilla.
S.- Y desde ese punto de vista que planteas, ¿tiene sentido la reforma de la Ley de Administraciones Locales?
Creo que va a ser una buena reforma y sobre todo va a mejorar los mecanismos de servicio a la gente. ¿Por qué? Porque va a despejar dudas jurídicas sobre competencias y sobre cuál es la administración responsable, cuáles de ellas tiene que desarrollarlas el ayuntamiento y cómo hacerlas de una forma más eficiente y más ordenada y segundo: va a corregir y poner límite a algunos excesos que se han cometido en determinados ayuntamientos. Por ejemplo, limitando tanto sueldos como el número de cargos eventuales, y va a ser más exigente a la hora de administrar fondos públicos. Ahora bien, todo es mejorable, también esta Ley y por eso estamos insistiendo para que, al menos, haya una acuerdo entre el PP y Partido Socialista. Creo que una Ley que afecta a 8.500 ayuntamientos necesita del acuerdo de las principales fuerzas políticas.
S.- Pero me da la impresión de que el ciudadano lo ve precisamente al revés, que de la Administración de la que más se fía es del Ayuntamiento y la Ley lo que parece decir es que hay que controlar más a los ayuntamientos. Creo que la gente confía algo en su ayuntamiento y comienza a desconfiar conforme el ámbito de competencia de la Administración se amplía.
A lo mejor lo que tenemos que hacer es un mayor esfuerzo por explicar la Ley porque lo que persigue es mejorar los servicios que se presta al ciudadano y de ser más responsable con el dinero de todos. Lo que busca la Ley es reforzar la confianza en la Administración Pública y en concreto en los ayuntamientos. Coincido en que los ayuntamientos son la administración que se ve con más simpatía y más, cuanto más pequeño es el ayuntamiento… porque son alcaldes 24 horas. El principal soporte de la credibilidad política en España son los alcaldes y concejales.
S.- Hilando con la reflexión que haces sobre la credibilidad política, a lo largo de tu carrera en diferentes cargos has podido comprobar el paulatino desapego de los ciudadanos hacia la clase política. ¿Cómo lo ves?
No seré yo el que niegue que no existe ese escepticismo, esa distancia o ese desapego. De hecho nosotros ahora hemos vivido, cuando digo nosotros me refiero al Partido Popular, situaciones ciertamente incómodas… los mal llamados escraches, los cercos a las sedes, han sido episodios incómodos, creo que son comportamientos que no se pueden permitir en una Democracia sana, pero salvados esos hechos aislados –que se intensifican cuando gobierna el PP, entonces la calle se activa-, sí que es verdad que se aprecia un cierto distanciamiento de la política y recuperar eso es una tarea que nos corresponde a todos. Quizá al que gobierna con más intensidad, pero también al resto de los partidos políticos. Creo que no es una crítica a la Administración, sino que lo que está en tela de juicio es el partido político. Recuperar la confianza es una labor democrática y sin alternativa, no podemos agrandar ese desapego y caer en una tendencia, entre comillas, anti sistema, que nos aboque al vacío. Tenemos que recuperar la confianza empezando por los propios partidos políticos. Tenemos la tarea de ilusionar a la gente y de demostrar que merece la pena la política, estando más cerca de la gente. También hay que hacer cambios en el propio sistema y ahí creo que va a cobrar importancia la Ley de Transparencia.S.- Seguro que la Ley de Transparencia es un paso adelante, pero da la impresión de que no genera mucha confianza en los ciudadanos por el hecho de que el consenso es entre el PP y el PSOE, sin el apoyo de ningún otro partido…
Hombre, PP y PSOE, los dos partidos mayoritarios…
S.- Sí, claro, pero también dos de los partidos que más están en el ojo del huracán cuando hablamos de transparencia… La visión del ciudadano es “los grandes pactan entre ellos y llegan a acuerdos cuando se trata de este tipo de temas”…
Sí, pero cuál es la alternativa a eso…
S.- ¿Es posible que os hayáis quedado cortos en el desarrollo de la Ley? ¿Se podía ser más transparente?
No me puedo poner en el pellejo de los demás. Lo que sí que creo es que la Ley de Transparencia –más allá de los cambios que pueda sufrir en el Senado- supone un gran avance. Lo dicen los organismos internacionales que trabajan en materia de transparencia. Creo que el ámbito de la Ley es exigente, lo es con los partidos políticos e incluye también a la Casa Real. ¿Qué sucede? Que una Ley que se tramita en una circunstancia concreta tiene un debate muy contaminado por la coyuntura y creo que es lo que puede estar pasando. Creo que es una Ley que hay que verla con cierta perspectiva. No podemos hacer la Ley al albor demoscópico, de cuál sea el estado de opinión en un determinado momento.
S.- Desde el Gobierno se solicitó sacrificio a los ciudadanos para salir de la crisis y así se está siendo y comparado con otros países además con bastante poco confictividad. Ahora se empieza a hablar de recuperación, pero vemos que los que se recuperan y crecen son precisamente los que la liaron, los que provocaron la crisis; mientras que sigue habiendo paro, se bate el récord de impagos de hipotecas y se incrementan los índices de pobreza… Había que apretarse el cinturón para salir todos juntos, pero los que se recuperan son los generaron el problema…
Creo que las medidas que se han adoptada van en la dirección correcta. El fin de las reformas no puede ser otro que la creación de empleo. El fin no es tranquilizar a los mercados, ni arreglar las cuentas de resultados de los bancos, el fin último debe de ser que se cree empleo en España. Ahora estamos en el tránsito hacia ese objetivo, un tránsito que hoy ofrece como resultado que los indicadores macro están funcionando. ¿Quiénes son los beneficiados? La bolsa, los mercados, el crédito, la confianza… eso es cierto. Ahora eso se tiene que traducir en resultados para los micros: pymes, autónomos y hogares. Sin recorrer este tránsito no llegaría el empleo, no se activaría la economía para hogares, pymes, autónomos. Es verdad que este camino está suponiendo muchísimo desgaste a todos los españoles, pero por ejemplo –más allá de fotografías exageradas- hay un dato: en España ha habido unas 3.000 manifestaciones y concentraciones y sólo en cuarenta y cinco ha tenido que intervenir la fuerza pública. Demuestra que hay un cierto malestar, pero también una gran responsabilidad. Ahora lo que queda es que esas medidas que dan resultado en los mercados llegan al fin último que es el empleo.
S.- Hay una percepción en la sociedad de gente que se siente abandonado, que no encuentra solución y al escuchar estas cosas piensa ‘me han dejado tirao’. Gente que pensó que los que habían liado esto iban a pagar. Igual roza la demagogia, pero … la gente compara el salario mínimo -627 euros- y lo que recibe un diputado en concepto de ‘manutención’ –alrededor de 1.800 euros- y no piensa en un sistema justo…
Tienes razón. Desde que gobierna Mariano Rajoy se congelado en dos ocasiones las aportaciones a los partidos políticos, cada año se han reducido un veinte por ciento; además, los mismo criterios que hemos aplicado a los funcionarios se han aplicado a los diputados, congelándose el sueldo y suprimiéndose la paga extra. Es cierto que los diputados somos unos privilegiados, entre comillas, porque tenemos una asignación fija, pero también es cierto que se les está pidiendo el mismo esfuerzo.
S.- No se trata tanto de privilegios, sino de que si es justo que un diputado necesite 1.800 euros para vivir en Madrid y el salario mínimo para alguien que vive también en Madrid sea de 627 euros…
Nunca vamos a dejar a todo el mundo satisfecho porque cuando se toca el tema del dinero las comparativas son siempre injustas. Pero siguiendo con lo que te decía, también se han limitado los sueldos a los directivos de los bancos que habían sido intervenidos y eso no había pasado nunca, también se han limitado los sueldos de los directivos de organismo autónomos. Somos conscientes de que era una situación que había abordar. Si vamos al sueldo de un concejal, un diputado, de un político, creo que cualquier cantidad siempre habrá alguien que la tilde de exagerada, creo que es un debate injusto. ¿Por qué cuánto el alcalde de Villaroya o el Ciuri? No es que cobren, es que seguro que pierden dinero. Creo que lo que hay que hacer es no someter al político a la sospecha permanente, sino exigirle que cumpla con su responsabilidad… que hoy en España, es crear empleo. ¿Qué hasta conseguirlo hay gente que se siente desamparada? Pues probablemente sí. ¿Se ha tratado de evitar? Sí, pero seguro que el que esté sufriendo una situación de desempleo se sienta desamparado. Hay que buscar remedio. Por ejemplo, hemos vivido una situación dramática por cuestiones financieras y, probablemente, también de codicia, con los desahucios y se reformado la Ley Hipotecaria que llevaba cincuenta años sin tocarse, para frenar esas situaciones de abuso.S.- ¿Pero no son medidas que los partidos –también el PSOE porque pudo hacerlo cuando gobernaba- se han visto obligadas a tomar por la presión social?
No, no. Me explico, el mejor apunte de que esto era coherente con lo que íbamos a hacer está en el programa electoral. Estaba el compromiso de llevar adelante la reforma del sistema financiero para las personas que se encontraran en situaciones de mayor dificultad en el programa de hace dos años. Es verdad que después que ese planteamiento se ha visto mejorado por diferentes aportaciones. Yo he estado en reuniones con asociaciones, me he llevado un tirón de orejas, pero también he podido explicar lo que estábamos haciendo.
S.- ¿La corrupción? La situación es bochornosa, no mejora precisamente la imagen de los políticos…
Creo que si hubiera que buscar una lectura positiva a este asunto es que ahora todo sale a la luz. Ahora bien, creo que el conjunto de los políticos –que son muchísimo- tiene un sentido de la responsabilidad, del compromiso y del servicio público altísimo… y para mí los referentes siguen siendo alcaldes y concejales, que están las 24 horas. Los episodios que salen son una minoría a los que tenemos que hacer frente. Tiene que haber una reacción de los propios partidos y confiar en los mecanismos de nuestro sistema democrático que funcionan perfectamente, enjuiciando estos episodios. Creo que la respuesta a estos comportamientos tiene que ser más severa y por eso me parece correcta la reforma del Código Penal. Comprendo el malestar, el que se ha comportado mal tiene que ser perseguido y castigado.
S.- Pero da la impresión de que desde los propios partidos alimentáis las posibles sospechas. ¿Por qué cuando sucede una denuncia o una situación de posible corrupción no sois claros desde el principio? Se dan situaciones como las ya famosas frases de: “Todos es falso, menos algunas cosas” o el finiquito el diferido… eso no beneficia a la credibilidad, ¿no? ¿Por qué no se corta de raíz?
Cada uno tiene que comportarse con la máxima trasparencia. Dicho esto, y no quiero echar balones fuera, pero en España el único partido que ha sido condenado por corrupción… El caso de Bárcenas, lo que conocemos los afiliados, es el de una persona que abusó de la confianza del partido, se le expulsó y está en la cárcel. Conforme se van recibiendo datos, se van dando explicaciones. Ha sido en ese sentido un ejercicio permanente de transparencia. Tengo la certeza de que desde los grupos de la oposición lo único que quieren es estirar artificialmente el caso Bárcenas, para ocultar otra realidad –a mi juicio más grave- que es el innoble ejercicio que se ha hecho en la Junta de Andalucía con el dinero público. También te digo, no es ningún episodio edificante lo que hemos sufrido en el Partido Popular con el caso de Bárcenas. Con esto no quiero caer en el ‘y tu más’…
S.- Pero caéis… paso hace unos días en el pleno del Congreso, de bancada a bancada volaban ERE’s y Bárcenas…
¿Y cuál debería ser la respuesta?
S.-Me da la impresión de que el ciudadano no quiere ori ‘y tu más’ sino que cada partido sea claro con lo que le toca…
¿Y qué más se puede decir? Lo que no podemos permitir es que constantemente se ponga en tela de juicio lo que digan los responsables del Partido Popular. No se puede desconfiar permanentemente del presidente del Gobierno, que es también presidente del partido.
S.- Insisto, creo que el ciudadano espera aclaraciones, no que la defensa del PP o del PSOE o de otros partidos, cuando les atañe un problema de corrupción sea atacar al otro…
La defensa son los hechos y eso es lo que dijo Rajoy en el Senado. Primero explicó que el no iba a condenar a nadie de antemano, pero que en cuento tuvo conocimiento de un comportamiento irregular automáticamente Bárcenas fue expulsado del partido y está en la cárcel. Ahora hay un proceso judicial en marcha. En Andalucía vemos que el número de imputados sigue creciendo y que la jueza ha sido abucheada.
S.- ¿En La Rioja puede haber alguna sorpresa con la sede del Partido Popular?
No, no. Tengo claro que las cuentas del Partido Popular de La Rioja están publicadas y el tema ha sido explicado. En La Rioja y en toda España hay un ejercicio permanente de transparencia.
S.- Y cambiando de tema: Cataluña. ¿Es tan importante estar hablando todo el día de este tema cuando hay seis millones de parados?
Aquí poco importa mi opinión. El que está todo el día poniendo encima de la mesa de la independencia y de la consulta son otros… es un disparate.
S.- ¿La política te la imaginabas así cuando entraste?
Bueno, cada circunstancia es diferente, pero sí que mantengo la misma ilusión que cuando empecé. Hay que hacer bien lo que toca en cada momento.
LO MÁS LEIDO
Suscripción a la Newsletter