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{VIVIR / MEDIO AMBIENTE}

30 años siguiendo el rastro de los dinosaurios

Los Cursos de la UR ofrecen cien plazas para acudir a campos de trabajo de conservación de icnitas

Los dinosaurios dominaron la tierra hasta hace 65 millones de años aproximadamente, cuando la mayoría se extinguió debido -al parecer-, al impacto de un meteorito en la Tierra. Hoy, los paleontólogos estudian a estos animales desaparecidos y recaban información del análisis de sus huesos y las huellas fósiles –icnitas-, que no son muy abundantes. En La Rioja se encuentra una de las mejores colecciones del mundo. Quizá por ese motivo, los campos de trabajo de la Universidad de La Rioja son su actividad estival más veterana, ya que viene celebrándose desde hace treinta años.


Este verano, los campos de trabajo de restauración de huellas de dinosaurios ofrecen un centenar de plazas para jóvenes universitarios. Dirigidos por Félix Pérez Lorente, profesor de Geología de la Universidad de La Rioja, tendrán lugar en Enciso (del 16 al 31 de julio) y Hornillos de Cameros (del 16 al 31 de julio y del 1 al 15 de agosto).

Los campos de trabajo para la restauración de huellas de dinosaurios están organizados por el Instituto de la Juventud de La Rioja (IRJ), los ayuntamientos de Enciso y Hornillos, y por la Universidad de La Rioja dentro del programa general de Cursos de Verano, que patrocina el Banco Santander, a través de la División Global Santander Universidades.

Durante la segunda quincena de julio está previsto que los alumnos universitarios trabajen en los yacimientos de La Virgen del Campo y Valdecevillo (Enciso) y La Pellejera (Hornillos, mientras que en la primera quincena de agosto lo harán en La Pellejera (Hornillos).
Las jornadas contemplan trabajo de campo y formación teórica. Los estudiantes saldrán hacia los yacimientos a las 8.00 am, donde realizarán trabajos de habilitación hasta las 13.00 horas. Después de comer, volverán a los yacimientos a las 16.00 horas, descansarán a las 18.00 horas y de 20.00 a 21.00 horas recibirán clases teóricas. La procedencia de los universitarios es tan dispar que tanto el trabajo de campo como la formación teórica que reciben se hacen partiendo de cero.


El objetivo de los campos de trabajo es facilitar la conservación de los yacimientos, ya que las rocas en las que permanecen las huellas fosilizadas se rompen al permanecer a la intemperie. En los huecos y las grietas entre la piedra se instalan vegetales que provocan la quiebra de los restos. El trabajo realizado en los campos de trabajo permite su reparación de manera que se prolongue su buen estado, permitiendo que se puedan estudiar y examinar las huellas.


Los alumnos trabajan en varias fases. En primer lugar, limpiando los afloramientos de tierra y plantas. En segundo, rellenando las grietas con mortero, silicona y resina. La interacción entre estos productos y la roca se examina previamente por una especialista que recomienda los que son compatibles y no presentan reacción química nociva con la roca. Finalmente, se pegan los fragmentos sueltos.


En el trabajo de campo, además de la reparación de los yacimientos, se examinan y se explican las huellas que afloran. En las clases teóricas los alumnos estudian los tipos de dinosaurio, sus huellas y aprenden a analizar un rastro real. A partir de diapositivas hechas sobre un rastro de un yacimiento, encuadradas en una malla, dibujan el rastro a escala, toman las medidas pertinentes y analizan el tipo de huellas y las características del rastro (velocidad, altura del dinosaurio, etc.).


En La Rioja se concentran los yacimientos de icnitas (huellas de dinosaurio) más importantes del mundo. En concreto, se calcula que en esos yacimientos hay más de 10.000 pisadas fósiles visibles de Iguanodón, probablemente de Baryonyx, Brachiosaurus, Titanosaurios y otros muchos dinosaurios. Las huellas más comunes, como en el resto del mundo, son las de dinosaurios carnívoros bípedos.


La Rioja es un lugar fértil para este tipo de afloramientos porque en ella durante el Cretácico Inferior el clima era apropiado, posiblemente cálido, con humedales, animales y vegetación abundante. Las rocas y el clima seco de los Cameros permiten hoy que se vea bien el sustrato rocoso, con poca vegetación, en condiciones muy favorables para que haya buenos yacimientos./SPOONFUL







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