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{VIVIR / DISEñOS Y ARQUITECTURA}

'Concéntrico 01', callejear con la mirada abierta

Siete propuestas arquitectónicas reescriben lugares emblemáticos de Logroño

 

Caminamos por la ciudad con la mirada fija en las aceras, acelerados y sin prestar atención a los detalles, a esas porciones de ciudad que cuentan cosas diferentes según el instante en que las observas. En tu ciudad –en este caso en Logroño- existen extraordinarios rincones escondidos, unos situados a primera vista; otros, realmente camuflados. ‘Concéntrico 01’, el festival promovido y dirigido por los arquitectos Javier Peña y Esther Vicario, pone el foco en esa ciudad oculta, que siempre ha estado ahí, pero que pasa desapercibida sumida en la rutina del día a día. Han invitado a siete equipos de arquitectos y diseñadores a detener su mirada en algunos de esos espacios y activar con sus propuestas la reflexión de los ciudadanos, desde la suya propia.


Así, hasta el domingo 29 de marzo, quienes callejeen por el entramado de callejuelas y plazoletas del Casco Antiguo se sorprenderán con transformaciones que surgen desde las entrañas, aterrizan procedentes desde mundos de color o se entrelazan a edificios plenos de Historia y arte para darles continuidad.

 

 

Acoplando lo ciudadano y lo turístico, ‘Concétrico 01’ inicia el paseo en la plaza de las antiguas Escuelas Trevijano, hoy oficina de turismo. Allí se levanta la ‘Caja Mágica’, el pabellón que ejerce de punto de información sobre el festival y que lleva la firma del arquitecto Octavio Pérez Monfort. Una estructura desestructurada, que acoge y dirige, un juego volumétrico que expresa como desde lo más sencillo, una simple caja y un leve gesto, se logra un elemento complejo, rico y capaz de desempeñar múltiples funciones. Un diseño cambiante a lo largo de cada jornada del certamen, que durante el día permanece abierto, se atraviesa, es permeable y ofrece información. A lo largo de la noche, se cierra en sí mismo y se transforma en una caja de luz.

Sobre las láminas de madera de Garnica Plywood que forman la estructura de la ‘Caja Mágica’ aparece en azul intenso el recorrido a seguir para descubrir la ciudad que propone ‘Concéntrico’. Toca caminar y mirar con curiosidad. El plano indica que debemos bajar por la calle Portales hasta la plaza de San Agustín. Allí aparece el Museo de La Rioja y serpenteando a su izquierda la calle Albornoz, vía aledaña a ‘La Laurel’ y reconocida más por el aroma a pinchos morunos y embuchados que por albergar el acceso al patio interior del museo.

 

Los arquitectos José Miguel y Aurora León han interpretado la propuesta y los materiales facilitados desde ‘Concétrico’ para presentar ‘La última adquisición del museo’, un recorrido a modo de vallado, junto a antiguas piezas de sillería que pudieron ser columnas y relieves, que dirige a quien acepta el reto de sorprenderse hacia el punto de observación de la nueva pieza en exposición, el cielo, las nubes e, incluso, las estrellas.

El paseo retoma la calle Portales y llega hasta la plaza Amós Salvador, junto a la iglesia de San Bartolomé. El efecto de ‘Prendiendo bocas’, la pieza levantada por los miembros del estudio Biomistura, es de contraste y generación energía. Contraste entre las piedras de sillería del templo románico –el más antiguo de la ciudad, SXII- y la pieza de estructura moderna, que desde un estilo cercano al POP ART o la publicidad, se convierte en un pieza más del paisaje urbano y te invita a colocarte en su diferentes vértices para descubrir conceptos que evocan el espíritu de la ciudad.

Desde allí, ‘Concétrico’ te dirige al patio interior de la Comisaría de la Policía Local, donde David Azpúrgua ha creado un juego a caballo entre una sopa de letras, el crucigrama y una partida de scrabble. Deseo, conexión, unión, sensualidad o apego, se entrelazan sobre las baldosas y ante la vigilancia de los agentes municipales. Un lugar recóndito que permanece oculto entre la Rúa Vieja y el Parque del Ebro, un espacio seleccionado por ‘Concéntrico’ por sus lazos con los hechos arquitectónicos y urbanísticos de la ciudad, ya que fue Rafael Moneo quien en los años 70, tras diseñar el edificio del nuevo Ayuntamiento, coordinó el Plan para la Recuperación de esta zona del Casco Antiguo.

Cuarenta años más tarde, la rehabilitación llegó al Calado de San Gregorio, situado a tan sólo unos metros de la comisaría. Una bodega subterránea, como las innumerables que ocupaban el subsuelo de Logroño en el S XVI, construida en sillería. El calado de San Gregorio es conocido también como ‘el calado largo’, por su longitud de treinta metros y cuatro metros y medio de anchura. Joao Branco y Paula del Río quisieron, al descubrir tan maravilloso espacio, convertirlo en infinito. Ahí surge, ‘En el túnel’, una intervención que incita a adentrarse en un espacio infinito. Una vez dentro, se mire a donde se mire, el calado se extiende y se multiplica.  Nos podemos contemplar en el interior de la Historia y la tradición de la ciudad.
La ruta urbana se cierra a pie de la muralla. ‘Love Me Tender’, el espacio aromático diseñado por Guillermo  Trapiello, parece querer aromatizar el lugar desde donde la ciudad ha librado sus batallas, al tiempo que despide –a través de la Puerta del Revellín- con el mejor de los deseos a los peregrinos que enfilan la ruta hacia Santiago. ‘Love Me Tender’ tiene carácter de punto de reunión vecinal, mientras funciona como vivero urbano.


Las intervenciones continúa en Bodegas Marqués de Murrieta, donde Hevia+F. Bayo han desarrollado ‘Memoria de un Château. 80 sillares, 80 barricas’, un proyecto que juega con la memoria de los château y el Jardín de Luxemburgo.


Una oportunidad para redescubrir la ciudad y revisitar lugares emblemáticos, dispuestos a reflexionar, con la mente abierta, sobre las propuestas lanzadas por ‘Concéntrico 01’. Ya saben, Si continúan caminando sin levantar la mirada es posible que durante los próximos tropiecen y se lleven una agradable sorpresa./Javi Muro

 

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