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Atravesar el Karakorum en vuelo de simbiosis perfecta

Simón Elías, Sebastián Álvaro, Ramón Morillas comienzan el desafío en la modalidad vuelo vivac

 

Dicen que la única manera de conocer los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible. Una idea similar debió abordar al alpinista Simón Elías y al piloto de parapente Ramón Morillas el día que decidieron atravesar la cordillera del Karakorum en vuelo vivac; es decir volando y ascendiendo montañas desde la que volver a despegar.

No es la primera vez que de una conversación banal entre amigos surge una aventura desafiante. “Charlaba con Ramón –recuerda Simón- sobre proyectos que nos gustaría realizar y comentó que le llamaba la idea de atravesar el Karakorum en vuelo vivac, pero que no se movía bien en la montaña, al menos en montañas de más de 5.000 metros”. Ahí comenzó todo, con un buen rato entre compañeros y con una cerveza de por medio.
“Yo no había volado nunca en parapente –apunta el alpinista riojano-, pero encontramos una simbiosis única, dos personas con dos habilidades diferentes y con un desconocimiento prácticamente absoluto de la habilidad del otro”. Así que empezaron a diseñar un desafío al que se han unido Sebastián Álvaro (alpinista y director de Al Filo de lo Imposible) y el también piloto de parapente Thomas Dorlodot. “El reto es apasionante –señala Simón- y el equipo tanto o más”. Y es que el montañero no se cansa de repetir que al final de todo lo importante son los momentos de compañerismo que se viven al afrontar desafíos como el que ahora tiene previto abordar.

El objetivo marcado es ambicioso, innovador y pionero. Se trata de cruzar, en vuelo vivac, la cordillera del Karakorum por su parte central realizando la travesía de los glaciares Hispar y Biafo. Estas dos enormes lenguas de hielo se encuentran rodeadas de algunas de las más impresionantes montañas –Los Lathok, por ejemplo- y un buen número de picos vírgenes o con muy pocas ascensiones registradas.

‘Una aventura en el Karakorum. Alpinismo y parapente’, como han definido el reto no persigue la ascensión a grandes montañas o que presenten grandes dificultades técnicas, “se trata de completar la travesía y de alcanzar el mayor número de cumbres vírgenes desde las que despegar con el paramente”.

Simón Elías y Ramón Morillas volarán en tándem; junto a ellos, en paralelo, pilotará su parapente Thomas de Dorlodot. Ambos 'pájaros' llevarán cámaras, ya que la idea es grabar un documental que recoja este paseo por las nubes. “Nosotros tomaremos imágenes directas –explica el alpinista-, mientras que Thomas nos grabará durante el vuelo”. El equipo de tierra estará formado por Sebastián Álvaro y el cámara Mariano Izquierdo, que también irán registrando la aventura.

La salida está prevista, en función de las condiciones climatológicas, el día 5 de julio, desde alguna de las montañas de 5.000 metros del entorno del pueblo de Hunza (Pakistan). “Tras aclimatarnos –describe Simón- despegaremos hacia el interior del glaciar de Hispar; si las condiciones son buenas en un día de vuelo podemos recorrer, como máximo, 70 kilómetros”.

 

Elías y Morillas tienen previsto seleccionar durante el vuelo los lugares de aterrizaje y las montañas a las que ascender para realizar, al día siguiente, un nuevo despegue. “El vuelo en tándem no permite llevar demasiado peso –indica el montañero-, así que no cargamos con tienda de campaña; para pasar las noches buscaremos donde vivaquear”. En concreto el plan que han diseñado contempla dormir en vivacs bajo las rocas y protegidos por un toldo, cuando se encuentren en la parte baja del glaciar; y descansar entre las propias grietas del glaciar cuando aterricen en la parte superior.

Uno de los momentos más espectaculares de la travesía aérea será el momento en que alcancen las laderas del Snow-Lake, el paso que une a más de 5.000 metros de altura los glaciares Hispar y Biafo, las mayores concentraciones de hielo fuera de la Antartida.

Expertos pilotos de parapente como Ramón Morillas cuentan que las condiciones de vuelo cuando uno se adentra en los glaciares a gran altitud permiten encontrar buenas ascendencias térmicas. No en vano, volarán a altitudes cercanas o incluso superiores a los 7.000 metros. Morillas y Thomas de Dorlodot ya estuvieron en el Karakorum en 2010 intentado realizar diversas travesías volando en parapente, pero no tuvieron suerte y fueron sorprendidos por unas de las peores inundaciones que han afectado a la zona en años.

El trabajo del equipo tiene que estar absolutamente sincronizado. Al escuchar el apasionado relato de su nuevo desafío, Simón Elías cumple el dicho, la aventura puede ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo. “La gente que vuela y los montañeros –detalla Simón- prestamos especial atención a las condiciones climatológicas; recibiremos dos partes diarios y el equipo de tierra saldrá antes con el fin de ir filmándonos”.

Si todo va bien; Simón Elías y Ramón Morillas completarán la travesía de los dos glaciares y las correspondientes ascensiones –pretende subir tantas cumbres vírgenes como les sea posible- en cinco días. El equipo meterial que les permite transportar el tándem tiene autonomía para cinco jornadas, “si nos encontramos con problemas al inicio regresaremos al pueblo anterior, aunque somos conscientes de que se trata de aldeas sin servicios a las que se llega tras muchas horas de jeep; si se produce alguna incidencia más allá de la mitad del vuelo trataremos de alcanzar al equipo de tierra”. Entre el material no faltan equipos satélite de comunicación ni paracaídas extra; así como el equipo de montaña preciso para las acensiones. “El paso del Snow Lake, por ejemplo, -recuerda el alpinista- es una zona compleja”.

La aventura ya está en marcha. Como reitera Simón Elías: "pones en marcha nuevos retos porque quizás es lo que merece la pena, el salirse de lo establecido, el andar campo a través, el saltar alambradas. Yp creo que ahí está la chispa de la vida. Si vas por el sitio señalizado... ahí no hay nada sorprendente. Lo sorprendente está saleíendose de los predeterminado y también afrontando el peligro que lleva salir de los establecido. Es maravilloso, pero también es peligroso"./Javi Muro

 

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