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'Sobre la bici, con 1.332 kms por delante, la mente filtra lo negativo'

La triatleta Esther Rodríguez completó el pasado junio la 'Cyclothon Iceland', alrededor de Islandia

Esther Rodríguez sumó hace unos meses a su currilulo la victoria en el Triatlón del Campeonato Nacional por Clubes. El pasado mes de junio participó en una de las carreras ciclistas más duras del calendario internacional, 1332 kilómetros alrededor de Islandia, una vuelta prácticamente completa a la isla. Una carrera, la 'Cyclothon Iceland, que se disputa por relevos en equipos de cuatros atletas. La acompañaron otras dos triatletas y una ciclista, todas residentes en la ciudad inglesa de Cambrige, donde trabaja Esther. La lluvia, el viento y las bajas temperaturas acompañaron la disputa de la prueba durante su primera parte, después la climatología mejoró. Esther habla de una experiencia extraordinaria, de la que ha sacado muchas enseñanzas postivas, a pesar de los momentos de sufrimiento y desánimo. Al recordar aquellos días en Islandia, Esther describe un paisaje fascinante y la sensación de felicidad, "con todo lo que significa esa palabra", al cruzar la meta./Javi Muro

 

SPOONFUL.- ¿Cómo se plantea uno realizar una carrera de 1.332 kilómetros en bicicleta?

En mi caso, ni me lo planteé… Un amigo islandés, del Club de Triatlón de Cambridge, me mandó la información de la carrera, la leí, y me pareció una locura que no tenía ningún sentido… sobre todo por el hecho de hacer semejante cantidad de kilómetros sin dormir… o mal durmiendo… Pensé que tendría que ser precioso, toda una experiencia, ya que la carrera consiste en dar la vuelta completa a la isla, pero que yo no era de ese tipo de personas…, mi nivel de sufrimiento no era tan alto… Después de un tiempo, y al ver que varios compañeros se animaban a hacerla, gente con la que entreno, personas como yo… y observar que  pensaban más en lo increíble de la aventura que en el hecho de pasar dos días sin dormir… Eso hizo que mi visión inicial cambiara por completo. Me gusta la aventura, me gusta viajar, conocer sitios distintos y me encanta el deporte, así que decidí que sí. En cuanto tomé la decisión cada día me ilusionaba más la idea… tenía la impresón de que iba a ser increíble. Y así fue… aunque todo lo que te puedes imaginar nunca se acerca a la experiencia vivida…


S.-¿Realizaste una preparación especial o incrementaste los entrenos en bicicleta durante la propia preparación de las pruebas de triatlón?

La verdad es que creo que realizar una preparación especial hubiera ayudado, pero no. No hice nada especial, intenté aumentar un poco el volumen de entreno de bici, pero al no ser una carrera dentro de mis prioridades deportivas, si no más que nada una experiencia y un reto, pensé que modificar toda una temporada de entrenamiento enfocada sobre todo a los diversos Campeonatos Nacionales de Triatlón, no tenía mucho sentido… Considero que estoy en forma, me cuido, y pensé que además con la ilusión con la que iba, aunque iba a ser muy duro, podríamos terminar. Mi equipo estaba formado por otras dos chicas triatletas, una de ellas de distancia ironman y una ciclista, acostumbrada ya a este tipo de retos… Era un buen equipo, a nivel deportivo y personal.


S.- ¿Nervios en la salida? ¿Sentiste lo mismo que en las demás carreras en las que participas?

Nervios toda la semana anterior… y puede que la anterior a esa también… Pero en el momento de la salida, la sensación no tenía nada que ver con la de un triatlón u otro tipo de carreras en las que particip...eran 1332 kilómetros. Me sentía motivada, con mucha fuerza física y mental, preparada para lo que fuese, pero esos nervios a flor de piel y la atención y concentración que requiere una carrera normal, no los sentí.


S.- ¿Había un objetivo competitivo o os planteasteis el reto de completar la prueba?

Después de analizar a los otros equipos, los medios con los que contaban, y la dureza de la prueba, pensamos que el principal objetivo era completar la prueba dando lo mejor de nosostros mismos… y al final creo que ese es el principal objetivo en cualquier carrera, intentar dar lo mejor de ti mismo y terminar satisfecho con tu carrera, independientemente de la posición en la que termines. En cuanto a los medios, me refiero a que casi todos los equipos llevaban furgonetas o caravanas, con camas para dormir, cocina… Nosotros, y algún otro equipo, llevábamos coches y la diferencia es abismal, ya que cuando no estás en la bici y estas en el coche, no puedes ni estirar las piernas.
S.- Creo que la prueba es por relevos, ¿no?

El equipo lo forman cuatro atletas -había otra categoría B, en la que podían sumar 10 atletas- y 2 conductores que se van turnando. Los atletas no conducen, solo compiten. Las reglas señalan que siempre tiene que haber al menos un ciclista en la carretera, si no descalifican al equipo, y el coche va siempre a 100 metros (mínimo) por detrás… Todos los coches llevan un sistema de seguimiento por GPS, así que siempre sabíamos, más o menos, a qué distancia se encontraban el resto de competidores. La prueba es por relevos, sí, los turnos se organizan independientemente, no hay reglas, solo que el coche no puede parar mas de quince minutos y siempre un ciclista, mínimo, en carretera.


S.- Por favor, relata detalladamente cómo transcurrió la prueba…

Las primeras horas pasaron despacio, pero teníamos tanta energía que no importaba; y pensábamos que duraría para siempre… Hasta que a partir de la tercera o cuarta hora, y hasta pasadas las primeras 24, no paró de llover, hubo muchísimo viento y muchísimo frio. Durante el día, la carrera se celebra a finales de junio -es por lo que no necesitábamos luces, ya que no se pone el sol-, las temperaturas no subieron de 10 grados. Nadie pensó que podría hacer tanto frio. No podíamos secar la ropa, tan sólo un poco con la calefacción del coche. Nos vinimos abajo… Casi todas pensamos en retirarnos, siquiera podíamos valorar la belleza del lugar… la lluvia, el viento… En mi caso, sufrí hipotermia y tuve que parar antes del turno de mi siguiente relevista… pero seguimos… Transcurridas las primeras 24 horas, nuestro cuerpo se acostumbró, el paisaje era de lo más bonito e impresionante que he visto nunca, y además salió un poco el sol. El cansancio físico muscular nunca fue un gran limitante en esos momentos, la falta de sueño era lo que podía con el equipo, pero una vez superada la mitad de la prueba nunca volvimmos a pensar en retirarnos. El compañerismo entre nosotras fue increíble, y los ánimos por parte de los conductores fueron cruciales, para ellos, aunque distinto tipo de esfuerzo, fue también muy muy duro. Y durante las últimas horas, con un estado mental medio adormilado, parecía que, por lo menos en mi caso, admirábamos aun mas lo increíble del lugar. El cansancio físico era acusado, pero estaba hecho. La ilusión que nos invadía era cada vez mayor y la llegada a meta es indescriptible… plenitud, felicidad, ganas de compartir esos sentimientos… Todos estábamos igual… la mente filtra todo lo negativo y se centra en todo lo positivo… ¡Estábamos cargados de endorfinas y energía! No sé de dónde podía salir…


S.- ¿Os planteasteis una estrategia, un ritmo a seguir?

Estrategia sí, muy básica, una hora cada una, si alguien necesitaba cambiar antes, levantaba el brazo, la siguiente relevista siempre estaba preparada, para no perder tiempo…


S.- La idea es que Islandia es todo nieve y hielo… cuenta, descríbenos ¿La carrera fue llana, ¿hubo subidas importantes?

Todo nieve y hielo…sí, pero no. Islandia es un país precioso…volcanes, glaciares, fiordos, montanas, valles, ríos, acantilados, todo verde, contrastes, lleno de contrastes, muy, muy bonito, merece la pena visitarlo. La carrera tenía bastantes subidas, eso sí que lo teníamos más o menos organizado... las hacía yo -se ríe-, se me dan bien las subidas, puede que sea porque soy ligera, aunque se me da mal llanear, así que una por otra, todas teníamos nuestros puntos fuertes y débiles, nos complementamos muy, muy bien.
S.- ¿Qué es lo que más te impresionó?

La belleza del lugar, pensé que sería así como dices, hielo y nieve, pero no, es un paisaje muy abrupto, precioso. Es increíble ver también lo deshabitado que está, puedes estar recorriendo kilómetros y kilómetros y no ver a nadie. Ni un pueblo, y las carreteras casi solitarias, recorrerlo te llena de una sensación de libertad, de paz, de felicidad. Me impresioné mucho conmigo misma. Nunca pensé que sería capaz de hacer algo así, sufrí, pero la recompensa mereció la pena, recompensa personal, es una experiencia que nunca voy a olvidar.


S.- ...y ¿cómo es la sensación de llegar a Meta?

Sin palabras, te contaba un poco antes. Creo que nuestras caras lo decían todo, habíamos hecho algo muy grande, en equipo, tantas sensaciones vividas en tan poco tiempo. Éramos felices, y con ello, todo lo que conlleva esa palabra.


S.- Y la recuperación…

La recuperación fue todo un lujo, al día siguiente nos fuimos al Blue Lagoon, un spa natural con aguas geotérmicas, a 40 grados… o más… había distintos lagos… entre volcanes… ¡nos lo merecíamos!


S.- Mucho tiempo sobre la bicicleta –supongo que más que nunca- y también mucho tiempo para pensar en un entorno diferente… ¿Se pueden contar las cosas que te pasaban por la cabeza mientras pedaleabas?

Sí, claro…Pues de todo. Depende, al principio pensaba en lo fuerte que estaba, en que lo iba a dar todo, todo por el equipo y todo por disfrutar de la experiencia al máximo. Durante el periodo de lluvias y mucho frio sólo pensaba de manera negativa, no podía encontrar ningún sentido a someternos a aquello, nadie estaba disfrutando, siquiera me estaba fijando en el paisaje, sólo en el tiempo,  una hora y cambio, sólo pensaba en mantener el ritmo. Después fue todo maravilloso, se me pasaban tantas cosas por la cabeza, analizaba el lugar, analizaba la suerte que tenía de estar implicada en esto, analizaba que es lo que realmente nos hace sentirnos felices, pensaba en los años de entrenamiento que llevo encima, en las posibilidades que tenemos de hacer cosas, en que lo imposible es algo subjetivo, es que no sigo, porque se te pasan muchas cosas por la cabeza en esos momentos… tanto en la bici como en el coche…¡Ah! También pensaba en cuándo iba a poder estirar las piernas; eso con mucha frecuencia -se ríe.
S.- ¿Tienes la sensación de que ha sido una prueba que te ha enseñado algo?

Sin duda alguna. Algo no, muchas cosas, a nivel deportivo y a nivel personal, creo que mas a nivel personal. En general cuando hacemos algo fuera de lo habitual, que nos supone sacar a la luz sensaciones nuevas o más intensas de lo habitual, creo que nos acaba marcando… Los puntos de vista de lo que antes nos parecía la 'realidad', cambian, nos amoldamos… Sigo siendo la misma persona, no hay duda, pero ahora tengo la experiencia de haber vivido un nuevo reto y de haberlo disfrutado, durante el momento y con todo lo que me ha aportado.


S.- ¿Volverás?

Con caravana, igual me lo replanteo… con coche no vuelvo a repetir…


S.- Por cierto, creo que has añadido un nuevo éxito a tu palmarés como triatleta, ¿no?

Sí, sí, parece que la constancia está dando sus frutos. Eso y las ganas de seguir disfrutando, tanto del triatlón como de otros deportes que tenga a mi alcance… Acabé la temporada con un buen sabor de boca, ganando el Triatlón del Campeonato Nacional por Clubes el pasado 26 de Octubre en El Toyo (Almería), donde representé al Club al que pertenezco, el cual se encuentra en Primera División (Wild Wolf Cidade de Lugo Fluvial), con una cantidad impresionante de atletas de un altísimo nivel.

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