4923

{DEPORTE / ATLETISMO}

'La libertad que sientes cuando corres es increíble, te conoces a tí mismo'

Fabián Roncero, atleta, conserva la segunda marca española en maratón 2:07:23

Fabián Roncero es una leyenda del atletismo. Consiguió reunir al mismo tiempo los records de España de 10.000, media maratón y maratón,y tan sólo unas molestias evitaron que batiera el mejor registro mundial cuando volaba hacia la meta de Rotterdam. Fue en 1998. Datos a parte, quizá, la especial predilección que los aficionados han sentido por Fabían a lo largo de su carrera se entiende en su forma de correr, transmitiendo la sensación de estar disfrutando. "Corro -dice- porque me siento bien". También ayuda, ese cierto carácter rebelde e inconformista. "A veces -explica- hay que hacer lo que te dicta el corazón". Su marca en maratón de 2:07:23 continúan siendo el mejor registro español de todos los tiempos. Ahora con dolor en un pie no puede rodar tan rápido como le gustaría, pero siempre mira el lado positivo: "Corriendo más despacio, podré correr durante más tiempo"./Javi Muro/Fotografías: Daniel Santos.

 

Spoonful.-  Para empezar , y copiándo la pregunta que hacías en el programa de televión ‘Correr’…  ¿Por qué corres?

Corro, sencillamente, porque me siento bien haciéndolo. Es una manera de disfrutar y es una parte de mi vida ya desde niño. Empecé a hacerlo porque me gustaba y treinta años después de empezar a correr sigue gustándome de la misma manera.


S.- Te lo preguntaba también porque transmites la sensación de disfrute mientras corres… esa idea de correr fácil, correr ágil, de la que se habla, por ejemplo, en el libro ‘Nacidos para correr’…

Sí, pero desde que me operé del pie no disfruto tanto como debería. Siempre me duele un poco. Quizá es un contrasentido porque si no tuviera el dolor haría muchos más kilómetros a la semana y entonces, igual, estaría muchos menos años corriendo. El dolor me viene mal por un lado, pero me va bien para otro. Mal para tener un buen rendimiento o estar a un nivel mucho más alto, pero es cierto que me viene bien porque al no machacarme tanto estaré muchos más años corriendo. Siempre hay que mirar el lado positivo de las cosas. No puedo tener un nivel mejor porque mi pie no me lo permite. Cuando entreno un día fuerte luego lo pago. Eso hace que ruede mucho más despacio, pero insisto, me permitirá estar más tiempo corriendo.


S.- ¿Recuerdas cuándo empezaste a correr y cuál fue la motivación?

Empecé porque mi padre salía a correr unos días a la semana y mi hermano y yo le acompañábamos. Eran tres o cuatro kilometritos, tres días a la semana. También tenía la ventaja de que yo iba andando al colegio que estaba a dos kilómetros de distancia y luego volvía a casa también caminando. Además, durante muchos años también estuve haciendo karate y acudía o regresaba del gimnasio, que estaba también a dos o tres kilómetros de casa, corriendo; con la mochila, muy despacito, pero muchos días. Eso, a la hora de empezar una actividad deportiva, significa que tienes un aeróbico muy grande, ya que desde niño has estado andando kilómetros y kilómetros cada día. En cierto sentido, fue una gran ventaja.


S.- Comentabas antes que compaginaste durante unos años el atletismo y el karate, ¿Encontraste un beneficio para tu carrera de atleta al practicar ambos deportes?

Creo cualquier tipo de deporte beneficia a otro. Con el karate, por ejemplo, gané mucha elasticidad. También jugué a balonmano, fútbol sala, fútbol grande. Hacía muchos deportes en plan tranquilo, pero no me dedicaba a ninguno en concreto hasta decidirme por el atletismo.


S.- ¿Cuándo descubres que en esto de correr eres bueno y que te puedes dedicar profesionalmente?

A los dieciséis o diecisiete años empiezo a tomármelo más en serio. Con diecinueve o veinte estoy a nivel promesa y ya quedo tercero o cuarto en campeonatos de España de algunas pruebas. Cada año que pasa vas evolucionando, bajas marcas y entrenas más. Así, vas creyéndote las cosas, pero poco a poco. Te planteas unos retos y los vas superando. Siempre sueñas con hacerlo lo mejor posible, con hacer una gran marca, con ganar un campeonato o una maratón. Pues al final, algunas de estas cosas se han cumplido.
S.- A lo largo de tu carrera has participado en todo tipo de distancias, desde el 800, pasando por el ‘milqui’, el 10.000, ‘medias’, hasta el maratón, ¿es ese el camino correcto, ir subiendo peldaños poco a poco o se pueden saltar escalones?

El camino correcto es peldaño a peldaño, en el sentido de que un niño cuando empieza a hacer atletismo –con 10 años, por ejemplo- tiene que correr distancias muy cortas. Hablamos de distancias de 400, 600, un mil, cuando ya son cadetes. Luego van subiendo paso a paso, corren el ochocientos, el ‘milqui’. Eso es lo ideal. Un fondista que con diez años esté haciendo ya 10.000 metros me parece una salvajada. Puede tener un aeróbico muy bueno peri tiene que desarrollar otras cualidades como es la velocidad. La velocidad con los años vas perdiéndola y tienes que tratar de perder la menos posible. Usain Bolt puede correr la maratón en dos horas y pico, pero alguien que corra la maratón en dos horas y diez minutos no va a hacer los cien metros en tiempos de velocistas, por ponerte un ejemplo. Luego intervienen muchos factores como el entrenamiento, el fondo, la musculación, la genéticas… son muchas cosas. Pero tienes que ser rápido, sino eres rápido nunca podrás hacer una marca en la distancia superior, eso siempre es así.


S.- Debutaste en el maratón en 1995, en Londres, ¿Qué recuerdos y sensaciones tienes de aquella primera experiencia?

Muy buenas. Me fui a Londres, me pagué el viaje, estuve cuatro o cinco días, visité la ciudad. No fui como un atleta de elite, sino como un turista que iba a correr allí y con la idea de hacerlo lo mejor posible. Había entrenado fuerte, aunque en ese momento también trabajaba, y fui como si me hubiera pagado unas vacaciones. Fui con mucha ilusión y con la idea de hacer dos horas y catorce minutos e hice 2:14:36. Terminé muy contento.


S.- Después ya llegan las victorias en Carpi y Rotterdam. Es imposible no recordar los últimos kilómetros del maratón de Rotterdam de 1998, batiste el record de España y sólo las molestias que te obligaron a detenerte en varias ocasiones evitaron que fuera record del mundo. ¿Supongo que ahora el recuerdo es extraordinario, pero quizá entonces fue un tanto agridulce?

Sí, porque todos los deportistas intentamos hacerlo lo mejor posible, dar lo máximo. En aquel momento llevaba tiempo para hacer record de mundo pero comenzó a pinzárseme la espalda. Así que hacer record de España cuando has tenido tan cerca el record del mundo está bien, aunque te sabe a poco. Es una sensación agridulce, pero hay que estar contento con el trabajo que hice.


S.- Además, al año siguiente, vuelves a batir en el mismo escenario, en Rotterdam, el record de España de maratón (2:07:23), que continúa siendo la segunda mejor marca española.

Sí. Es una marca que está bastante bien. Creo que en aquel momento podía haber hecho algo más, pero lo que vale un atleta es lo que haces.


S.- Actualmente, los maratonianos españoles no se acercan a esas marcas. ¿La gran competencia que existía en aquellos años os hacía mejores?

Son muchas las cuestiones que pueden hacer que se llegue a 2:07 o 2:08. Lo que está claro es que si un atleta no tiene 27:40 en el 10.000 o por debajo es muy complicado llegar a esas marcas. Hoy viendo los registros que hay en España sólo hay dos atletas que se pueden acercar. A día de hoy digo, igual dentro de tres años hay atletas que suben de distancia y pueden conseguirlas. Esto son matemáticas, si haces una marca en 10.000 puedes hacer una marca en maratón. No te asegura que la hagas, porque también influyen otros factores, pero con menos de ese registro es muy complicado que lo consigas. Si no tienes una marca en 10.000 –o no la vales en ese momento- es muy difícil hacer marca en maratón.


S.- ¿A qué dos atletas te referías?

A Carles Castillejo, por supuesto, y Lamdassem. Son los dos atletas que yo veo que pueden hacer marcas parecidas a las que hacían Martín Fiz, Abel Antón, Alberto Juzgado, Alejandro Gómez, Toni Peña, Cortés o Ríos.


S.- Llegaste a tener los records de España de 10.000. media maratón y maratón al mismo tiempo. Tiene que ser una sensación extraordinaria, para pensar ‘estoy haciendo las cosas bien’, ¿no?

Sí. Hay gente que dice que lo que valen son los campeonatos y otros que se inclinan por la idea de que lo vale son las marcas, los records. Yo creo que vale todo. En la carrera de un atleta hay tiempo, normalmente, para hacer todas las cosas. Lo que sí es cierto es, como decía antes, que la marca revela lo que vales; mientras que en los campeonatos dependes de los rivales. Puedes ser campeón del mundo haciendo 2:12 sin tener rivales y otro puede ser curto del mundo haciendo 2:07 teniendo unos rivales increíbles. Por eso yo le doy la misma valía a una cosa que a la otra.

 

S.- Has sido y eres uno de los atletas favoritos de los aficionados, ¿no?

Si he notado mucho el cariño de la gente. Creo que tiene que ver también con mi forma de correr, más a sensaciones que con la cabeza. Eso sí es cierto, yo corría más con el corazón que con la cabeza.


S.- ¿Qué le falta al atletismo español hoy en día? ¿Quizá un figura carismática o el problema es mucho más amplio?

Le faltan muchas más cosas. Le falta trabajo de base, le falta apoyo económico para que el atleta pueda dedicarse en cuerpo y alma a este deporte. También le falta ilusión y trabajo. El atletismo se caracteriza por la pasión que tengas por él y por el trabajo; hay que tener mucha pasión y trabajar mucho. Con esas dos cosas podrías llegar arriba. El problema es que para que una persona tenga resultado en atletismo tiene que dedicarse siete días a la semana, pero también tiene que comer. Si no hay dinero tiene que trabajar y si trabaja ya no puede dedicarse en cuerpo y alma.


S.- ¿Se le puede exigir resultados extraordinarios a un atleta que tiene que estar ocho horas trabajando y después entrenar?

No. No puedes. A alguien que trabaja ocho horas y que luego entrena atletismo por una satisfacción personal no puede juzgarle nadie. Es más, cuando veo un periódico y dice que tal atleta a quedado quinto de Europa… ¿Tu sabes lo que es ser quinto de Europa? Y se atreven a ponerle mal, ¡quinto de Europa! Es una vergüenza. Tenía que ser todo lo contrario, aplaudir a un chaval que trabaja y entrena… No se puede hablar de fracasos. Todos los atletas entrenan a saco, a muerte; ser octavo del mundo en determinadas disciplinas es un triunfo. Un arquitecto que esté considerado el octavo del mundo, lo primero se forra, y además está reconocido por su prestigio. En el deporte es todo lo contrario. En el deporte, un Nadal si no gana está acabado… pero vamos… Hay que darle el valor verdadero a las cosas y no el que quieren vender.


S.- Además, en el atletismo ya sólo las mínimas para participar en los campeonatos son muy exigentes y eso, quizá, no se valora…

Vamos a comparar. Un jugador de fútbol del Madrid… son dioses. Alguno que sea normal, Arbeloa, por ejemplo, ¿cuánto gana?... tres, cuatro millones. En el mundo, ¿Qué puesto ocuparía? El doscientos, el trescientos, el trescientos cincuenta…el veintitrés del mundo… Un atleta va al campeonato del mundo de cross y queda el veintitrés y qué es… nadie. Esto es así, tan fácil como eso.


S.- Cambiando un poco de tema, y acudiendo casi a la anécdota, ¿Es cierto que ganaste la San Silvestre Vallecana de 1998 inscrito como corredor popular porque no te había invitado la organización?

Sí, pero es un poquito más complicado. Había unos fijos por correr. Martín y Abel venían con un fijo bastante grande. Yo tenía entonces el record de España de 10.000. Todos los atletas hablaron con sus managers y no querían que corriese. Yo hablé con mi manager y le dije que me daba igual, que me dieran lo que fuera, 25.000 pesetas, lo que fuera, pero que quería correr. Pero fue nada, nada, nada. No querían que corriera. Había gente que estaba ganando por el fijo un millón de pesetas. Así que hable con los que llevaban las inscripciones que eran diferentes a la organización, era Nike –yo era atleta de Nike- y solicité un dorsal, pero pedí que me lo dieran sólo veinticuatro horas antes de la prueba. Me dieron el dorsal y corrí y gané. Y en la llegada conté lo que había pasado, que estaba muy contento por un lado, pero muy triste porque la organización, siendo record de España y atleta madrileño, no había contado conmigo. Así fue.


S.- Un bonito gesto de rebeldía dentro del atletismo, ¿no?

Sí. Muchas veces hay que romper tópicos y hacer lo que te dicta el corazón más que la cabeza. Si hubiese corrido y quedado tercero no hubiera sido lo mismo. No lo hice por ganar, no sabía si iba a llegar el primero, lo hice porque me apetecía hacerlo. Las cosas hay que hacerlas porque te las pide el corazón.


S.- ¿Cómo te marcas los objetivos ahora?

Día a día. No me marco objetivos a largo plazo porque no sé cómo me va a responder el pie.


S.- Cerrando un poco el círculo de la entrevista, en aquel programa de televisión sobre correr entrevistabas a gente conocida que corría ¿Hubo alguno que te sorprendiera por encima de los demás?

No, pero te voy a decir porqué, porqué sé lo que engancha este deporte. Lo que te hace sentir. La libertad que sientas cuando vas corriendo es increíble; te conoces más a ti mismo. Te escuchas a ti mismo mucho más. Esa sensación, yo sólo la he tenido corriendo. Por eso no me sorprende que corra un actor, un escritor, un bombero o un albañil… son sensaciones.

Suscripción a la Newsletter Enviar