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{CULTURA / LIBROS}

Lo emocionante, lo cotidiano, el humor y cierta exigencia conceptual

José Igancio Foronda y Ángel María Fernández participan el XIX Jornadas de Poesía en Español

“Cuando no sabía quién venía detrás de mi generación apareció Ángel”. José Ignacio Foronda (Poty) habla como poeta y de poesía. Ángel es Ángel María Fernández, arnedano conocido en los ámbitos del verso y otros garitos como Angelmari. “Los poetas provincianos –cuenta Foronda- estábamos acostumbrados a pasarnos la antorcha y hubo un momento en que tenías la impresión de que no había a quien cedérsela”. Son doce años de diferencia –“casi dos generaciones”, recuenta Poty-; mientras que Raúl Eguizabal, coordinador de las XIX Jornadas de Poesía en Español, apunta que no le tiembla el pulso para calificar su poemario ‘Manzanas traigo’ (2012) como el mejor del aquel año.

 

Después de un beso inesperado

si tienes aire,

(el atrapado entre las bocas puede servir)

respira eso:

un alud que empuja el mundo

hasta fijarse en un rostro

 

Foronda y Angelmari compartieron ayer recital dentro del certamen logroñés. "En los poemas de Ángel existe cierta exigencia conceptual y a la vez convive su humor –describe Poty-, además, como poeta habla de una manera distinta”. Llega el turno del poeta arnedano. “Me sucede algo parecido a lo que cuenta Poty –bromea- no sabía quién había estado por delante ni quien venía por detrás”. Queda claro que el buen humor no sólo viaja por sus poemas. “Lo que me gusta de la poesía –destaca Angelmari- es que en algún momento surja un elemento emocionante, eso me gusta de los poemas de Poty, que parece que no está pasando nada y de pronto ocurre. Tengo grabados en la menta muchos de sus poemas e incluso lo cito en alguno de los míos”.

 

“A veces soy como un extraño

A veces me grito y me hago daño

A veces caigo por un extraño tobogán

 

Si estás conmigo ten cuidado

No quiero amiga acerté daño

Sé que es difícil entrar en mi espiral

 

Quiero decir que estoy callado

Mientras mis manos van hablando

Buscan tus manos. Hoy me haces falta tú.

 

José Ignacio Foronda –músico, filólogo y poeta logroñés- explica que más que la idea de poeta provinciano lo que marca es la pertenencia a la Escuela de Logroño. “Fue una etiqueta que nos pusieron y eso si marca. Éramos un grupo de personas de diferentes generaciones que coincidimos compartiendo lecturas y que, de alguna manera, nos distinguía la inclinación por un forma clásica de poesía, por el humor y la afición por los autores latino americanos. El concepto de poeta provinciano no es despectivo sino quizá de ubicación”.

 

Entiende Foronda –‘Días bajo el cielo’ es su último poemario- que un poeta tiene que encontrar su propia voz. “La cotidianeidad está en mis poemas y la primera personas, cuando he recurrido a la tercera me ha permitido ver las cosas de otra forma”. La perspectiva es diferente para Ángel. “Me interesa mucho la máscara, siento pudor de que se vea demasiado al poeta en el poema”./Javi Muro

 

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