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{CULTURA / LIBROS}
'Purgatorio', la primera novela de Jon Sistiaga aborda hasta que punto están cerradas las heridas del terrorismo en el País Vasco
'Purgatorio', la extraordinaria primera novela del periodista y reportero de investigacion Jon Sistiaga, retrata un Pais Vasco donde las culpas no se entierran ni se esconden, sino que afloran y se reconocen. Habla de una tierra sembrada de armas oxidadas en zulos abandonados, de traiciones, lealtades y secretos atroces, de terroristas arrepentidos, terroristas orgullosos y victimas que no pueden cerrar su duelo. Purgatorio es tambien un tenso thriller que mantendrá al lector en vilo hasta la ultima página, pero es, sobre todo, ese lugar donde se debe reconocer el mal hecho y tratar de sanarse
Hace treinta y cinco anos, Imanol Azkarate fue secuestrado y ejecutado, pero sus dos asesinos nunca fueron detenidos ni identificados. Uno de ellos, Josu Etxebeste, conocido restaurador guipuzcoano, guardo todas las cartas y dibujos que hizo el secuestrado durante el cautiverio. Ahora, ha decidido confesar su crimen y dar todo ese material a Alasne, la hija de la victima, y entregarse al comisario Ignacio Sánchez, el policia que investigo el secuestro. Sin embargo, Josu solo confesará si Sánchez reconoce a su vez que fue un despiadado torturador. Mientras pugnan por conciliar su pasado armado con un presente sin rencor ni violencia, los resortes durmientes de la Organizacion se movilizan. Antiguos militantes que, como Etxebeste, nunca fueron detenidos y que no tienen ninguna intencion de confesar y cambiar sus comodas vidas en la Euskadi del posconflicto tratarán de detener ese acercamiento por todos los medios posibles..
Jon Sistiaga
Jon Sistiaga, premio Ondas en 2012 y 2016, y premio Ortega y Gasset de Periodismo, es un reconocido reportero y documentalista que ha cubierto conflictos y guerras en los Balcanes, Irak, Ruanda, Irlanda del Norte o Afganistán, entre otros muchos lugares. Curtido también como periodista durante los peores años del terrorismo en el País Vasco, sus reportajes han profundizado siempre en las razones últimas para usar y justificar el recurso de la violencia. Durante dos décadas, Sistiaga ha entrevistado a talibanes afganos, miembros de ETA, guerrilleros de las FARC, narcos mexicanos, militantes del IRA, genocidas ruandeses o yihadistas de Al Qaeda, y a un sinfín de víctimas. Sus documentales y artículos se han publicado en Telecinco, Cuatro, Canal+, CNN, El País o Movistar+. En esta última plataforma creó y dirigió el programa Tabú donde reflexionó y profundizó en temas tan sensibles como la muerte o la maldad humana. En 2005 publicó en Plaza & Janés con gran éxito Ninguna guerra se parece a otra, donde relata su experiencia en la guerra de Irak. Purgatorio es su primera novela.
Quizás a su pesar, pero desde luego por los designios de su profesión, Jon Sistiaga se ha convertido a lo largo de los años en un periodista que se ha acercado a los rincones del mundo para entender algo tan complejo, y a la vez tan visceral, como el hecho de por qué unas personas odian a otras. Por qué se mata por una idea, por un país, por unos intereses... todo ello lo ha visto de primera mano en las décadas que lleva ejerciendo como periodista. Ha presenciado conflictos fratricidas como los de Ruanda o Irlanda del Norte; ha estado en Irak, donde perdió a su querido compañero el cámara José Couso; o en conflictos enraizados y complejos como los de Kosovo, Afganistan o los de Oriente Próximo.
El pasado 2021 se cumplieron 10 años desde aquel famoso comunicado en el que tres dirigentes de ETA anunciaron el cese de la violencia. Aun así, con tantos años de actividad arma-da y con 864 muertos a sus espaldas, es fácil de entender que aún sigan muy presentes los vestigios de lo que fue aquello. Sólo el tiempo lo podrá borrar algún día, y ese día no ha llegado. El conflicto sigue latiendo, de alguna forma u otra, en todas esas localidades en las que víctimas y verdugos caminan por las mismas calles, compran en los mismos súper y llevan a sus hijos al mismo colegio, sí, pero también en todas aquellas cuestiones que no se ven. Todo ello ha hecho de él un testigo privilegiado de caras ocultas al resto de nosotros.
Sistiaga es alguien que ha contado de primera mano lo que los demás sólo aspiramos a leer, o a ver en la televisión. Ahora, con 'Purgatorio', hace el ejercicio de volver a casa, a su País Vasco natal, a contar lo que se vive allí, pero con la visión y la experiencia adquirida en muchos otros lugares violentos. Porque lo que ocurrió en Euskadi también se ha dado en otros territorios. Son conflictos universales. 'Purgatorio' es una novela de ficción, su primera, pero como buen periodista que es no deja de relatar algo que sucede de verdad. Y es que todo lo que cuenta está vivo, por mucho que algunos se afanen en actuar como si no.
Los personajes de 'Purgatorio'
Cada uno de los personajes de Purgatorio representa de alguna forma todo lo que pasó y que sigue pasando con ETA. Son, todos ellos, como los distintos instrumentos de una orquesta que, aun produciendo un sonido diferenciado, aportan a la misma canción. Uno no se entiende sin el otro, y así. Josu Etxebeste. Han pasado 35 años desde que perteneció a la Organización y cometió aquel terrible asesinato. Desde entonces, ha podido llevar una buena vida al frente de un exitoso negocio local. Pero el pasado no deja de perseguirle, de hacerse presente, y no podrá cerrar su capítulo hasta que pague por haber sido lo que fue: un asesino. Sin embargo, no está dispuesto a hacerlo solo. Alasne Azkarate. Hija de un asesinado. Suya es la voz de todas aquellas personas a las que el odio y el nacionalismo extremista le amputaron una parte fundamental de su vida. Desde entonces, nada ha sido igual, todo sigue condicionado por aquel fatídico momento. Necesita cerrar heridas que llevan décadas abiertas, entender qué pasó y por qué. Para ello, está dispuesta a verse cara a cara con el asesino de su aita. No sabe si le perdonará, no le preocupa, pero está convencida de que es algo que necesita para poder pasar a una nueva página de su vida. Ignacio Sánchez. Comisario, jefe superior de policía de País Vasco. Es, o se siente, tan vasco como todos los demás. Pero él eligió el lado del Estado. Sin embargo, en el camino se perdió y cruzó las líneas que nunca tendría que haber traspasado, se convirtió en un torturador de manual. Ahora, el hombre al que torturó quiere que él también expíe sus pecados. Ahí también hay un punto de reparación o, al menos, reconocer que lo que pasó, efectivamente, pasó. Imanol Azkarate. Él es el secuestrado y posteriormente asesinado. No es ningún secreto, se descubre desde el principio, y vuelve al presente a través de la memoria de Alasne y de las cartas que escribió durante su cautiverio. Empresario modesto, local, representa a todas aquellas personas que fueron extorsionadas por el mero hecho de tener un negocio. O pagabas, o te ejecutaban, según las palabras de los terroristas. Zigor Altuna. Hay mucha gente que perteneció a ETA, que participó en los actos más terribles de la banda terrorista, y que no sólo no pagaron por lo que hicieron, sino que además han podido llevar desde entonces una vida como si ninguno de sus actos no hubiera sucedido jamás. Es la otra cara del arrepentido, el criminal que no solo está dispuesto a afrontar sus hechos, sino que se atreve a ir aún más lejos para que su pasado no le estalle en la cara. José Luis Pérez-Askasibar. ETA estuvo llena de asesinos con delitos de sangre, pero también de presuntos intelectuales. Gente que mandaba matar, que lo justificaba en los periódicos, pero sin querer mancharse ellos mismos las manos. Esta casta terrorista existió y, como en toda historia de privilegiados y derrotados, son a los que más complicado es hacer rendir cuentas de su pasado./SPOONFUL
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