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'Doña Rosita, Anotada' y el dilatado presente del deseo

El teatro Bretón acoge la versión de 'Doña Rosita la soltera' de Lorca, dirigida por Pablo Remón

De ‘Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores’ aseguran que es la más chejoviana de las obras de teatro de Federico García Lorca. Apuntan también que puede entenderse como una ‘Cara B’ de ‘Bodas de Sangre’ o ‘La casa de Bernarda Alba’. Así lo entiende también Pablo Remón, director y guionista de la versión que acoge el teatro Bretón de Logroño dentro del ciclo Grandes Obras-Grandes Autores. “No hay muertes, ni venganzas, ni crímenes, sino sólo el poder corrosivo del tiempo que arrasa con todo”. 

 

Bajo el título de ‘Doña Rosita, Anotada’, Remón describe “una tragedia minúscula, donde nada trágico sucede, a la vez que se presenta como una comedia irónica sobre cierta sociedad española de provincias”. En opinión del autor de la versión, “Doña Rosita es una de las obras de teatro más queridas por Lorca. La entiendo, como la otra cara de sus tragedias más famosas”. 

 

Pablo Remón regresa a la idea de lo incisivo y caustico que puede ser el paso del tiempo. “Un tiempo que, para ocultar el silencio, se llena con palabras -resalta- porque lo importante ya fue, o será. Lo importante está en el pasado o en el futuro, nunca en el presente, que solo es ‘el dilatado presente del deseo’".

Para el guionista y director de la nueva versión de la obra de Lorca. “Rosita será una relectura contemporánea sobre la obra: una comedia trágica, o una tragedia cómica, sobre el paso del tiempo, las decisiones tomadas, y cómo pasado y presente se influyen mutuamente”. 

 

Sobre el escenario, Fernanda Orazi, Francesco Carril y Manuela Paso, dan vida a los personajes de ‘Doña Rosita, Anotada’. Pablo Remón ha encontrado un hilo profundo en común con Lorca: el aire provinciano que tenía la España de finales del siglo XIX le conecta con su propia infancia. “Ese costumbrismo llevado al extremo, esa especie de comedia dramática, puede parecer tan chejoviana como pinteriana”.

 

Remón alude al crítico Vivian Mercier cuando resumió los dos actos de Esperando a Godot como: "una obra en la que nada ocurre, dos veces". Igualmente -apunta- “Doña Rosita es una obra en la que (aparentemente) nada ocurre, salvo el tiempo”./J.M.

 

* Teatro Bretón de Logroño. 8 de febrero. 20,30 horas

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