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{CULTURA / LIBROS}

'Al escribir un poema conoces el inicio pero no cómo acaba, esa incertidumbre lo hace más interesante'

Javier Castro ha publicado el poemario 'Los días sin querer'

 

“Allá, del lado de la vida/incotenible discurre tu tiempo/mientras sucedes para nadie/para nada/tras esta sombra mural/donde innecesariamente persistes/en evitar ser reconocido”. ‘Mientras’ ha surgido al abrir al azar el poemario ‘Los días sin querer’, que lleva la firma de Javier Castro. Colaborador musical de SPOONFUL, acaba de regresar de Barcelona -la conversación tiene lugar el jueves 21 de julio- donde ha asistido al ‘The Joshua Tree Tour 2017’, el directo con el que la banda irlandesa celebra los treinta años de su mítico disco. La crónica ya puede leerse en SPOONFUL. Ahora, Castro presenta en sociedad su primer libro, en el que recoge 75 poemas escritos entre 2006 y 2016. “Llevo –recuerda- muchos años escribiendo, serán ya más de veinte años. Al principio era una especie de diario en el que anotaba pensamientos, quizá tenía algo de autoayuda”.

 

Aquellas anotaciones iniciales fueron virando a convertirse en textos cortos. “Fueron surgiendo –detalla Javier- micro relatos y les fui dando forma, tratando de buscar un estilo literario”. Entre tanto, el poeta logroñés, ha escrito un libro sobre el deporte de la pelota, publicidad, y las ya reseñadas crónicas musicales. “Los días sin querer’ son poemas escritos en los últimos diez años. Con el tiempo vas leyendo más, vas descubriendo y evolucionando a través de tus lecturas y tu forma de escribir también evoluciona. De lo escrito al principio a mis últimos poemas encuentro grandes diferencias”.

 

El libro, autoeditado por el propio poeta y con la maquetación y diseño de portada de Sergio Pérez de Heredia, recoge los poemas de forma cronológica. “Me inspira –apunta Castro- un poco todo, el mundo de los sentimientos, las experiencias vividas, los estados de ánimo. Los poemas surgen –al menos la chispa inicial- como fogonazos, a veces de una frase, a veces de una imagen, luego hay que desarrollarlos, construirlos, hay que ir tirando de ese hilo inicial. Al iniciar la escritura de un poema conoces de inicio, pero no cómo acaba. Esa incertidumbre lo hace más interesante”. 

 

Mientras pasa las páginas de ‘Los días sin querer’, Javier trata de definir su poesía. Tarea nada fácil, dice. “Son poemas íntimos. Es una poesía clara, concisa en el lenguaje, me gustaría que fuera, que se percibiera, como evocadora, que provocara sentimientos más allá de las palabras”. Castro sostiene el libro entre sus manos y lo hace girar, es consciente de que una vez publicado sus poemas dejan de ser sólo suyos para compartirlos con quien los lea. “ –asiente- así es. Esa es una de mis ilusiones que la gente se apropie del poema y lo vea y sienta a su manera, que cada uno le encuentre su sentido”.

 

 

Durante los últimos años Javier ha confiado en su memoria cuando surgía una idea o una imagen para un poema. Ahora, reconoce, le está cogiendo el punto a las notas del móvil. Además, resalta que “con el tiempo he aprendido que desde que comienzas a escribir un poema hasta que lo pules y dejas redondo lleva mucho tiempo. Los poemas nunca se acaban”. El proceso de escritura puede extenderse indefinidamente hasta el punto señala Castro que “los lees tiempo después y los volverías a retomar, siempre encuentras cosas que crees que puedes mejorar, pero llega un momento en le que tienes que decir basta y dar el poema por cerrado”.

 

La idea de publicar comenzó a rondar a Javier a mediados de 2016. A final de año ya había tomado la decisión. “Realicé un selección de poemas –Poty (Foronda) me ayudó con la corrección final-, comencé a informarme sobre cómo funcionaba la edición, las imprentas, y me planteé sacarlo para el verano”. Los plazos se cumplieron y ‘Los días sin querer’ ya es una realidad. “El momento en que llegó la caja con los primeros ejemplares fue muy emocionante. Hasta que no lo ves, hasta que no lo tienes en tus manos, no tienes la sensación de que está, de que es real”. Reconoce que tuvo sus dudas sobre si publicar o no. “Sabía que tenía que hacerlo algún día, me dije adelante y no miré atrás”. 

 

‘Los días sin querer’ comienza con un prólogo escrito por el propio autor. “Quería presentarme y contar, de alguna manera, cómo había surgido el libro”. La música aparece en la conversación con su otra gran afición. “Creo –indica- que existe una relación entre poesía y música, son diferentes pero en ambas son inexplicables las sensaciones que provocan, no son sólo las palabras. Además, está el ritmo, la poesía también tiene que tener un ritmo. Quizá la poesía es un tipo de música, lo comprobamos cuando la leemos en alto”. El poemario vuelve a abrirse al azar: “Pasará esta tormenta a la velocidad/del futuro, al ritmo alegre de los días/compartidos”./Javi Muro

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