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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

Un millón de negativos, fotografías que laten y respiran ciudad

La exposición 'El rostro de la ciudad' muestra el archivo Jalón Ángel y Paya 1935-2000

La ciudad late, respira, crece, varía según el tiempo, según el dinamismo del momento, de su estado de ánimo, se entristece, se alegra o se muestra eufórica. La ciudad es huida y refugio, en su calles pasan cosas, siempre. La ciudad tiene el carácter de sus habitantes. La ciudad tiene rostro y su mueca se modifica según la época, la fisonomía que ofrece su desarrollo, su bolsillo o la actividad cultural que la enriquece. La mudanza del rostro de Logroño se refleja hasta el 28 de enero en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Logroño a través de la muestra ‘El rostros de la ciudad. Archivos Jalón Ángel y Payá 1935-2000’, producida por la Casa de la Imagen y ligada a la colección Fotógrafos de Logroño, en colaboración con el Consistorio logroñés.

 

El rostro de una ciudad es –describe el comisario de la exposición y director de la Casa de la Imagen, Jesús Rocandio- una tesis social, basada en el estudio de la fisonomía, de la mirada y del vestir. Cada fotografía tuvo en su día un porqué, ya fuera representarnos con realismo en el carnet de identidad, documentar los pasos importantes de la vida, el día de la comunión, la boda, o satisfacer la vanidad de verse guapo, especial, galán o reina por un día. Cuando se mezclan muchos retratos de diferentes épocas y se observan en conjunto, aparece la tesis; el sentir de esas personas que en equipo definen una ciudad, sentando las bases de lo que somos”.

 

El recorrido por la sala es un viaje en el tiempo que sitúa al visitante frente a la evolución de la imagen familiar, a través de fotografías que entremezclan la familiaridad del estudio y la intimidad del hogar; de la fotografía de boda en la que la novia era protagonista –tan sólo dos fotos una de ella y otra de la pareja-; o de los retratos que cabalgaban entre la vanidad y la utilidad. Imágenes que en los 70 se inspiraban en los efectos ¿psicodélicos? de los videoclips musicales. ‘El rostro de la ciudad’ son también fotografías documentales y arquitectónicas; imágenes que reflejan una ciudad que se ensancha en los años 60 y 70; un Logroño que se abre también las tendencias como revelan las instantáneas de moda que juegan entre el estilo y los productos.

Tal y como explica Jesús Rocandio, la exposición tiene como protagonista esencial a Jesús Esteban Blasco (Zaragoza 1912-Logroño 1974) y a sus tres hijos: Rosa y Carlos, que continuaron al frente de la firma comercial Jalón Ángel y Jesús, fundador de Foto Payá, una de las empresas fotográficas más importantes del norte de España. Una familia de fotógrafos que sigue en activo con el relevo de Adriana y Carmen, nietas del Jalón Ángel de Logroño. “La firma comercial Jalón Ángel la crea Ángel García de Jalón en Zaragoza en 1926, adquiriendo el estudio de la calle Alfonso, que poseía el afamado Dücker. Aquí empieza el acontecer fotográfico de Jesús Esteban, comenzando como aprendiz de Jalón Ángel. En poco tiempo pasó a ser su hombre de confianza, el oficial en el que depositaba buena parte de la responsabilidad del estudio, que era ya uno de los más prestigiosos de España”. 

 

Se dio la circunstancia de que el fotógrafo logroñés Alberto Muro sufrió una hemiplejia y Jalón Ángel –que se había educado con él en la capital riojana- envío a Jesús, su oficial, a ocuparse del estudio de su maestro. “Jesús Esteban cumplió a la perfección con el requerimiento, tanto que tras el fallecimiento de Don Alberto, Jalón Ángel le cedió el estudio de Logroño y compartió su nombre comercial”. Como resalta Rocandio, “resulta curioso que Ángel García de Jalón Hueto, el Jalón Ángel de Zaragoza, se educara fotográficamente en Logroño de la mano de Alberto Muro, desarrollando toda su carrera profesional en Zaragoza, y que Jesús Esteban Blasco, el Jalón Ángel de Logroño, se educara en Zaragoza, de la mano de Ángel García de Jalón, para trabajar en Logroño. Un camino de ida y vuelta”.

 

‘El rostro de la ciudad revela que ambos coincidieron en la designación comercial, en haber tenido dos excelentes maestros y serlo a su vez en su madurez, “en ser profesionales dados al estudio y al ensayo técnico, en practicar –en algunos momentos– un estilo pictorialista similar y, sobre todo, en haber forjado una amistad que les unió por vida. El discípulo falleció en 1974, dos años antes que el maestro; cada uno reposa en su ciudad de adopción”.

 

La exposición producida por la Casa de la Imagen es el fruto de la investigación y documentación de dos archivos fotográficos que suman más de un millón de negativos. Por un lado, ‘Archivo Jalón Ángel (Logroño)’, que comprende la suma del trabajo de Jesús Esteban (padre) y de sus hijos Rosa y Carlos y, por otro, ‘Archivo Payá’, creado por Jesús Esteban (hijo). “El valor de esta exposición no solo radica en la muestra que se va a realizar –detalla Rocandio- sino en los trabajos de estabilización de los materiales para detener el deterioro de los mismos y en la digitalización de alta calidad (no agresiva) a la que se ha procedido”. Un documental en el que los protagonistas hablan en primera persona de su experiencia como fotógrafos completa la exposición.

 

La serie ‘Fotógrafos de Logroño’, promovida por el Ayuntamiento de Logroño, abarca ya a los fotoógrafos Teo Martínez, Alberto Muro, Esteban Chapresto, Víctor Lorza y el archivo de los Garay. Estas exposiciones se han completado con monografías como '100 años de fotografía en La Rioja' (1992), 'Fotografía y Vida. 1940-2000' (2008) 'Logroño, imagen latente. 1839-2014' (2014). El laboratorio de Loyola (2015) y 'Obras cotidianas (2016) o 175 aniversario de la fotografía. A través de la mirada de los fotógrafos Logroño documenta su historia, la real, la de las calles de la ciudad, la del día a día./Javi Muro

 

 

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