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{CULTURA / EXPOSICIONES}

Días hermosos, días al límite del riesgo creativo

Virginia Lázaro, Daniel Llaría, Rubén Martínez, Lusesita y Carlos Ramírez exponen en Amós Salvador

Quizá la niebla provoca que olvidemos pronto pero hace tan sólo unos días el sol de diciembre parecía ahuyentar el invierno aún unas semanas. Ese día de cielo limpio y azul, recuerda Julio Hontana acompañó el montaje de la exposición colectiva que ahora acoge la Sala Amós Salvador de Logroño. Ese calorcito de mediodía evocó buenas vibraciones, un poema de Machado y el título para una muestra que reúne a cinco artistas riojanos. Así, en ‘Los días más hermosos confluyen Virginia Lázaro, Carlos Ramírez, Laura Lasheras, Daniel Llaría y Rubén Martínez Orio. Cinco creadores que desarrollan su actividad en el extranjero y que completan el tercer capítulo del ciclo lo más novedoso del arte local inspirado por Cultural Rioja.


Emocionado por el resultado, Hontana, comisario de la exposición, recuerda que los cinco artistas que ahora presentan sus obras en la sala logroñesa diez años atrás, cuando se celebró la primera exposición del ciclo, ya apuntaban la potencia que iban a tener sus creaciones. Por lo más novedoso del arte local han pasado Rafa Lafuente, Pable Andreva, Israel Citores, Susana Baldor, David Azpurgua, Nicolás Ortigosa, Julio Sarramián, Aitor Lanjarín y Janire Nájera. Resalta la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Logroño, Pilar Montes, que los objetivos siempre han estado claros, “mostrar el trabajo de los jóvenes artistas riojanos más relevantes entre los menores de cuarenta años, asumiendo la dificultad que plantea la diversidad de opciones técnicas y artísticas que se concentran en el arte contemporáneo en la actualidad”.

 

Dice Hontana que ‘Los días más hermosos’ parece “una frase pronunciada con el ánimo y la sencillez de quien seducido por la memoria e ilusionado por el futuro, susurra una inocente oración que ansía abrir una puerta transformadora”. Desde esa perspectiva destaca el trabajo de Laura Lasheras, “una ceramista única y de prestigio internacional”; la “dialéctica y la reflexión sobre las identidades” de los vídeos y esculturas de Daniel Llaría; “la fuerza de Carlos Ramírez manejando las herramientas del arte”; “la obra crítica y compleja de Virginia Lázaro” y el “oído literario” de Rubén Martínez Orio. “Son obras –describe el comisario- de muy diversas disciplinas, que llevan la firma de artistas procedentes de escuelas formativa que pudieran parecer aparentemente antagónicas”. Y es que Laura, Carlos, Rubén, Virginia y Daniel residen en diferentes lugares… Nueva York, Bruselas, Londres, Barcelona o el propio Logroño y “trabajan arriesgando en los límites de los lenguajes que aprendieron durante su época de formación, poniendo en cuestión buena parte de lo aprendido”.

Rubén Martínez Orio (Logroño en 1988) vive actualmente en Bruselas y se define como artista sonoro. La formación musical clásica/contemporánea le ha dado la oportunidad de experimentar con una extensa familia sonora, “de tal modo –explica- que la materialidad del instrumento se difumina y el sonido en sí pasa a ser el foco creativo”. Habla Rubén de un planteamiento cercano a la naturaleza. “¿Cuándo creas sonidos dónde habitan? Ese es mi planteamiento inicial”. Así, los sonidos surgen como cuerpos cargados de voluntades inexploradas. En esa aventura creativa Martínez Orío se ayuda de “la escultura, el sound art, la performance o la danza”. En ‘Los días más hermosos’ presenta tres trabajos: Aphasia; MuseuM; y _Egurra.  A excepción de Aphasia, que se proyecta en video - filmado por Jaume Gual -, el resto de obras se ejecutan in situ, performativamente, quedando en silencio MuseuM, por ser esa su razón de ser y, tras la acción de _Egurra, esta permanecerá en la sala como partitura tridimensional, a la vista, y su sonido mudo contenido en la escultura resultante. “Las tres son –señala- el producto de la necesidad de escapar del medio en donde la tradición sonora es normalmente reproducida, es decir, músico que produce sonidos para ser escuchados por una audiencia”.  
Virginia Lázaro Villa (Logroño, 1985) presenta cinco obras en esta exposición: Identidad nacional será todo lo que no esté prohibido; La Historia es un viento que viene del pasado; Cómo contar una historia (I, II y III); El mundo es un documento de Microsoft Word; y Todo pasó muy rápido (edit).

 

Las cinco propuestas de Virginia tienen una clara vocación política y se alejan de la acostumbrada dulcificación que todo lo envuelve en estos tiempos. “En todos los casos, esa es su coherencia, para señalar cómo la violencia iconoclasta transforma profundamente los símbolos afectados por ella, produciendo una ‘inversión de significados’ que también transforman nuestra conciencia y el modo en que construimos el futuro”.
Carlos Ramírez (Logroño, 1987) presenta una única obra realizada ex profeso para ‘Los días más hermosos’. Se trata de un gran mural titulado ‘Balada de consentimiento a este mundo’, consistente que muestra a través de doce planchas xilográficas, talladas con gubia sobre DM, y estampadas a mano con tinta negra sobre algodón crudo sin tratar. Posteriormente, Carlos ha intervenido sobre las estampaciones con distintos tratamientos pictóricos, desde tinta a disolventes, originando monotipos que, a su vez, se suman en capas a la obra inicial, interfiriendo unas con otras, conformando visualmente un muro de aproximadamente 12metros de largo por 6 de ancho. “Comencé a realizar el mural en casa, en el piso que comparto con unos amigos. Ha sido una obra acumulativa que terminó convirtiendo la casa en algo parecido a una imprenta. Llegué a contar 180 metros de tela y el piso se quedó pequeño y finalmente terminé el mural en la propia sala”.

 

‘Balada de consentimiento a este mundo’, toma su nombre de la obra de Bertolt Brecht de mismo título, que continuaba con la denuncia social, política, militar y antiimperialista que desde la literatura había iniciado el autor en 1918 con la escritura de aquel poema considerado blasfemo llamado ‘La leyenda del soldado muerto’. “En esta obra he trabajado sin parar describe Carlos- acompañado de la música que me inspira constantemente y sin apenas silencio entre una canción y otra; no ha habido descansos, he acuchillado las telas sin parar y con todo el cuerpo. Tienes que entrar en un estado que te permita crear”.
Laura Lasheras (Calahorra, 1979) es una ceramista única. Firma sus obras con el pseudónimo Lusesita, que procede de una radionovela española de los años setenta, basada a su vez en los personajes de la telenovela venezolana ‘Lucecita’. En ‘Los días más hermosos’, Laura presenta obras de tres de sus series que resumen su trabajo de los tres últimos años. Esculturas que destacan por su forma sugerente; piezas que juegan con la memoria y una instalación que recrea las ferias de los pueblos y las barracas de tiro. Figuras creadas en colores tenues sobre blanco.


Daniel Llaría (Logroño, 1985) trabaja principalmente las video creaciones, la escultura, la performance, instalación y el collage. La obra que presenta en la exposición de la Sala Amós Salvador está compuesta por cuatro videos y una amplia muestra de sus esculturas pertenecientes a un conjunto llamado ‘The retrieval series (2016)’. Esculturas en las recupera una manera de construir, “el ensamblaje alrededor de imágenes”. Asegura Llaría que la relación entre imagen y materia, esa dicha dialéctica, ha estado en la base de mi práctica desde el principio. Y aquí han reaparecido de una manera muy caprichosa que funciona como una declaración sobre la imagen, interesada en contraponer sus cualidades indexales con sus materiales”.


Mientras recorre la sala, el director general de Cultura del Gobierno de La Rioja, Eduardo Rodríguez Osés, muestra su satisfacción de que la exposición coincida en fechas con Actual, sumando un atractivo cultural más a la ciudad. “Es fundamental dar visibilidad a la obra de los riojanos que se encuentran trabajando en el exterior”. Carlos, Daniel, Rubén, Laura y Virginia conversan entre cerámicas, fotografías, instalaciones, vídeos y murales. Coinciden, los diversos lenguajes dialogan con fluidez al encontrarse. Quizá el subtítulo de ‘Encrucijada’ de la muestra no tenga tanto que ver con una situación complicada con varias posibilidades de actuación entre las que no se sabe cuál escoger, sino con un cruce de caminos. Quizá, aunque más allá de la sala reine la niebla dentro de la sala siempre habrá buenas vibraciones y días hermosos./Javi Muro


•    Sala Amós Salvador. Logroño. Hasta el 12 de febrero.

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