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{CULTURA / EXPOSICIONES}

'Si tienes claro lo que vas a transmitir la fotografía se hace bella'

Alexandra Gómez expone 'Rostros de Venezuela' en La Gota de Leche de Logroño

Alexandra Gómez es fotógrafa y periodista. La Gota de Leche, el centro de recursos juveniles del Logroño, acoge ahora sus fotografías. Una selección de imágenes realizadas a lo largo de cinco años durante las diferentes vivistas a Bobures, el pueblo venezolano de ascendencia africana. “Una comunidad de esclavos liberados de la comunidad de San Benito –tal y como describe Ale, como le gusta que le llamen sus amigos- que durante años vivieron de la caña de azúcar”.  Ale nació y residió en Maracaibo antes de trasladarse a España hace seis años. Desde hace tres ha hecho suyas también las calles de la capital riojana. A Bobures viajó junto a su madre y poco a poco fue descubriendo la realidad del municipio y cómo en pleno siglo XXI aunque la esclavitud parezca abolida de facto continúa existiendo.

 

“Cuándo Hugo Chavez llegó al poder –explica- se preocupó por la situación de Boubures, pero luego las tierras las repartió en militares de su gobierno y se quedaron sin cultivar, muchas se perdieron. El plátano y el cacao eran importantes y desde ese momento la caña de azúcar pasó a ser casi el único recurso. El problema es que la caña de azúcar se encuentra en manos de empresas privadas y las condiciones de trabajo que ofrecen no son muy buenas lo que provoca que, de alguna manera, la esclavitud no haya terminado”.

 

Desde Maracaibo las visitas al pueblo natal de su madre se traducían en cuatro horas en coche. Para confeccionar el reportaje que ahora puede contemplarse en La Gota de Leche, Alexandra ha utilizado diferentes cámaras. “Desde analógicas –detalla- a cámaras automáticas, el móvil y, por supuesto, la cámara profesional, aunque esta última no siempre era recomendable mostrarla ya que la delincuencia es un problema en la zona”. Fueron cinco sesiones fotográficas aproximadamente que como resultado generaron gran material que Ale ha tenido que seleccionar con el fin de ofrecer un relato a través de la muestra. “Quería contar cómo es la vida de la gente, su día a día. Me metí en sus casas y les acompañé en esa tradición que todos los días respetan de sentarse en la plaza del pueblo, una vez terminada la jornada, a compartir. Comparten fruta, aguacates, cacao, lo que cada uno tiene y puede ofrecer al otro”.

Para la exposición, que lleva por título ‘Rostros de Venezuela’, Alexandra  eligió a dos de los vecinos de Bobures, Chourio y Julio, “que llevaban seis años jubilados cuando realicé las fotografías. Me explicaron que las azucareras continúan contratando a gente, personas cada vez más pobres  y que además la extracción de petróleo ha contaminado algunas tierras complicando otros cultivos. Así que el plátano y el azúcar son las principales vías de subsistencia”. Mientras recorría Bobures, Chourio y Julio le confirmaron que los trabajadores de las azucareras no tienen contratos. “El panorama es en conjunto –señala Ale- el de una región bastante empobrecida y los jóvenes se van a la ciudad. Sólo queda gente mayor”.

 

‘Rostros de Venezuela’  presenta doce fotografías que muestran la vida de Chourio y Julio, todas en blanco y negro, “y siete más de mi abuela Ángela en su casa de Bobures, éstas en color. No me gusta mezclar blanco y negro con color, pero creo que en esta ocasión por lo que cuentan merecía la pena”.

Alexandra está convencida de que a la gente le gusta ser retratada. “La fotografía ayuda a mostrar muchas cosas que no se pueden escribir. De alguna manera, los fotógrafos somos mediadores del mensaje que la gente quiere transmitir”. ¿Y qué es más importante lo que cuenta la imagen o su belleza? “”Si tienes claro lo que vas a transmitir la foto se hace bella. Las dos cosas son fundamentales. La estética llama la atención, capta; si consigue contar una historia transmite emociones”.

 

Sobre la situación de Venezuela, Alexandra tiene claro que es necesario el apoyo internacional. “Mucha gente –resalta- trabaja mucho sólo para sobrevivir y Maduro no habla realmente de lo que está pasando y así es difícil que se den soluciones a los problemas reales. No es una dictadura, pero sí una falsa democracia”. En opinión de Alexandra, en Bobures y muchas zonas de Venezuela se está regresando a 1830, cuando existía lo que se conoce como el esclavismo negociado. Es decir, trabajo a cambio de comida y vivienda. Hoy el salario de los venezolanos es de 12,5 euros al mes. Un euro son 80.000 bolívares; mientras que la cesta de la compra básica familiar ha alcanzado los 2.043.083 bolívares”. Los rostros de Alexandra Gómez relatan un capítulo de la historia, el de un pueblo, Bobures, al sudeste de la cuenca del lago de Maracaibo./Javi Muro

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