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{CULTURA / CINE}

Una mirada al cine danés

El Cineclub 'elarrebato' propone un ciclo de 4 películas para acercarse al cine del país nórdico

  Si analizamos nuestra actual realidad cultural en torno al cine, comprobaremos con curiosidad la manera tan feroz en la que los conceptos estadounidenses del entretenimiento calaron en todas las generaciones, nacidas a partir de la década de los años 70. La música y sobretodo el cine nos contaron historias tan alejadas de nuestra realidad que, en muchos aspectos, llegamos a asumirlas como nuestras sin llegar siquiera a entenderlas.


De alguna manera nuestro acercamiento a las películas made in USA hizo que nos familiarizáramos con  el día a día de los institutos norteamericanos, que nada tenían que ver con los que nos acogían en nuestra época de estudiantes, aprendimos a disfrutar de una narrativa que distaba mucho de parecerse a la de nuestros clásicos y nos abonamos a un modelo de fantasía y acción que educó generaciones impacientes, que adquirieron, como daño colateral, la dificultad para disfrutar de otros modelos de arte más contemplativo y reflexivo.


Sin entrar en juicios de valor con respecto al cine norteamericano, sobra recordar que existen en el mundo numerosas cinematografías, nada desdeñables, en cuanto a la calidad de sus contenidos, así como en la factura de sus producciones, pero que encuentran una enorme dificultad a la hora de distribuir sus propuestas, tanto en sus países de origen como en el resto de los mercados internacionales.


El cine danés podría ser un ejemplo perfecto de lo antes expuesto. La irrupción en los años noventa de figuras tan representativas como Lars Von Trier, Thomas Vintemberg o Susanne Bier, responsables de la introducción de nuevas fórmulas tan creativas y excéntricas como las planteadas en el manifiesto conocido como Dogma 95, fueron el resultado de la puesta en marcha de una serie de políticas culturales y sociales que dieron sus frutos.


Dinamarca creó en 1961 el Ministerio de Asuntos Culturales con la finalidad de apoyar y defender su forma de entender la cultura como un pilar fundamental de su evolución. Los daneses disfrutan de su cine y se sienten orgullosos de que el resto del mundo pueda acercarse, mediante sus películas, a su peculiar manera de entender la vida.


Tal ha sido el mimo y el buen hacer de los profesionales de la industria danesa que, en los últimos años, son por derecho propio una de las cinematografías más reconocibles e interesantes del panorama internacional y no solo gracias al cine. También distintas series de televisión como Borgen, que narra con enorme efectividad los entresijos de la realidad política danesa, la histórica 1864 de una factura impecable en cuanto a guion y resolución estéticas y otras como Bron/Broen, coproducción sueco-danesa que ha sido adaptada por los estadounidenses con el título de The bridge, dan buena cuenta de lo asimilado en el nórdico país de cómo elaborar productos que, sin perder su seña de identidad, tienen la capacidad de competir con la élite internacional del entretenimiento audiovisual en igualdad de condiciones.


La buena noticia es que este efecto no parece flor de un día y la nómina de directores y actores daneses sigue creciendo sin que los ya consagrados desaparezcan del mapa. Se dice que un país como Dinamarca con una población de 5.500.000 habitantes es, en proporción, el país con más cineastas del planeta, y la cosa empieza a tomar forma cuando uno puede ya comenzar a enumerar a creadores daneses tan ilustres, sumando a los antes mencionados, como Billie August, que ya despuntó en la década de los ochenta con la poética Pelle the conqueror o el carismático y algo pedante Nicolas Winding Refn, responsable de la bellísima y muy ochentera Drive, sin olvidar al enorme maestro Carl Theodor Dreyer que fue, y sigue siendo, uno de los cineastas más innovadores y perfeccionistas que ha dado el cine europeo.

 

Por todo esto y mucho más es labor de los buenos cinéfilos, que se precien de serlo, no perder de vista todo lo que nos llegue de una sociedad tan abierta y moderna como la danesa y más con los tiempos que corren. Se torna de lo más apetecible seguir descubriendo nuevos talentos llegados desde el frío, como seguro lo son Nicola Donato, Michael Noer o Morten Henriksen de cuyos trabajos podremos disfrutar en Logroño, a partir del próximo lunes.
Un ciclo de cine elaborado por la asociación 'CINECLUB elarrebato' en colaboración con Cines7infantes donde se recogen títulos del cine más reciente, horneado en el país de las maravillosas galletas en caja azul de latón.


-    Lunes, 14 de noviembre a partir de las 20:30 se proyectará el Cortometraje: “Seven Boats” de Hlynur Pálmason (2014, Duración 10’) seguido de la película: “Brotherhood” de Nicolo Donato (2009, Duración 90′). Precio entrada: 3,90 €


-    Miércoles, 16 de noviembre a las 20:30, Cortometraje: “Ud, spring over, ind” de Thomas Daneskov (2013, Duración 27′) junto con la película: “Behind her mask” de Morten Henriksen (2009, Duración 54′). Precio entrada: 3,90 €


-    Viernes, 18 de noviembre a las 20:30 llegará el turno del Cortometraje: “Miniyamba” de Luc Perez (2012,Duración 15′) junto con la película: “Nordvest” de Michael Noer (2013, Duración 91′). Vino de fin de ciclo con aperitivo en el hall de los cines. Precio entrada: 3,90 €


-    Sábado, 19 de noviembre, en sesión matinal infantil de 12 del mediodía el largometraje de animación “The Great Bear”de Esben Toft Jacobsen (2011, Duración 75′). Precio entrada: 2,50€.


Todas las proyecciones serán en Versión original subtitulada al castellano que nos permita disfrutar del producto, tal como fue concebido por sus autores. Sin duda una excelente oportunidad para acercarse a conocer otras miradas de cine./Isabel Ribote

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