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{CULTURA / CINE}

La Filmoteca subtitula 'El Quijote' adaptado por Azcona

La película dirigida por Scaparro se proyecta mañana con motivo del Día del Libro

Dicen que la lectura es como un buen viaje, se inicia con entusiasmo y se termina con melancolía. En ese vaivén emocional encaja a la perfección la película italiana ‘Don Chisciotte (Don Quijote)’, dirigida en 1984 por Mauricio Scaparro, escrita en fotogramas por Rafael Azcona y basada en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Una producción con la que, tras subtitularla al castellano, la Filmoteca de La Rioja celebrará el Día del Libro con su proyección en la Sala Gonzalo de Berceo de Logoño.


Y es que difícilmente se puede seleccionar una propuesta más adecuada para conmemorar el Día del Libro -coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de los genios literarios Shakespeare y Cervantes-, que la revisión de una versión cinematográfica casi desconocida del clásico del escritor español, adaptada al cine por el guionista riojano.


A lo largo del tiempo, la historia del caballero de la triste figura se ha trasladado al cine en al menos sesenta veces, una veintena a través de la animación y cerca de treinta mediante relatos documentales. Desde la ficción, Orsón Welles se acercó a la esencia del relato desde el juego entre la imaginación y la realidad en una de las versiones, quizá, más cervantinas. De la obra de Welles se recuerda la imagen de Don Quijote sentado en la butaca de un cine y amenazando a la pantalla, lanza en ristre, cuando la doncella es amenazada. El espíritu de la obra en una sólo escena.


El Quijote cinematográfico no surge en España como pudiera parecer lógico sino en Francia. En 1898 se rueda la primera versión; hasta 1910 la cámara patria de Narcís Cuyás no se adentró en la obra de Cervantes. Desde entonces, actores como Peter O`Toole, Rex Harrrison, Rafael Revilles, Francisco Reiguera –el Quijote de Welles- Fernando Fernán Gómez, Fernando Rey, Juan Luis Galiardo o Jean Rochefort –el protagonista del frustrado proyecto de Terry Gillian- han interpretado al hidalgo de La Mancha en la gran pantalla.

 

‘El Quijote’ de Mauricio Scaparro hay que entenderlo desde el amor de su director al teatro.  No en vano la producción italiana se rodó siguiendo el mismo patrón –guión y actores, con la colaboración de Els Comediants- para el las tablas, el cine y la televisión. El propio escenario en el que se desarrolla la acción está más próximo a la fantasía que al naturalismo de los paisajes descritos en la obra publicada en 1605. Quizá por eso se eligió para el rodaje una nave abandonado en el complejo de los Estudios romanos de Cinecitta. “Un paisaje –dice el propio director- interior y mental”. Quizá, como los propios lances de caballería y pendencias que surgen en la cabeza de don Alonso Quijano. Un escenario desnudo, tan sólo vestido por el reflejo de la sombre de los gigantes que son molinos y poco más atrezzo, los juegos de luces componen el resto.
En ‘El Quijote’ de de Scaparro  prima la palabra sobre la imagen, lo que no impide que cada escena, cada fotograma refleje una brillante fotografía. Teatro, teatro, teatro, repite el director, que recuerda que “con la ayuda de Azcona asumimos el desafío de que el texto fuera protagonista principal”. Las luces y las sombres por las que deambulan los personajes –interpretados por los mismos actores sobre las tablas que tras la cámara- se convierten, mientras avanza la historia, en cómplices necesarios de un estilo impregnado de simbolismos.

 

‘El Quijote’ de Scaparro comienza con la cámara avanzando por un pasillo. Al fondo, en su estancia, leyendo y rodeado de libros se encuentra Alonso Quijano, tan sólo un instante antes de comenzar a vivir las aventuras de Don Quijote. Parece ido; el cura, el barbero, sus sirvientes le observan desde una habitación contigua. El ya caballero de la triste figura cierra la puerta y comienza a vestirse con la armadura que esconde en un baúl. Ahí comienzan las andanzas del más famoso caballero andante, según la visión de Scaparro y Azcona.


En 2004 se realizó la remasterización digital de la película por el Istituto e Théatre des Italiens. Ahora, la Filmoteca de La Rioja, en colaboración con el Centro de Estudios del Cinema Italiano de Barcelona, la ha subtitulado. El trabajo de traducción ha sido realizado por Ricardo Mora de Frutos, doctor en Filología Hispánica y profesor de Lengua y Literatura. El resultado podrá disfrutarse mañana, Día del Libro, en la Sala Gonzalo de Berceo (20,15 horas).


Dice don Quijote que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. El obsesivo lector y aventurero de la imaginación creado por Cervantes representa el más oportuno homenaje al libro que puede hacerse. Un extraordinaria invitación a leer y a sumergirse y disfrutar de los libros./Javi Muro

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