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{CULTURA / CINE}

La eterna esperanza del reencuentro

'La reconquista', el nuevo personal trabajo de Jonás Trueba

Cuando resta solo un día para conocer el palmarés de las 64 edición del Festival de cine de San Sebastián, el cuerpo da muestras evidentes de dolor en diversas zonas de la espalda y donde acaba esta. El cerebro pugna por registrar todos los detalles y sensaciones almacenadas tras jornadas diarias de más de diez horas de cine. Mientras tanto, el sol brilla en las calles y playas de la Bella Easo.


Son las cuatro de la tarde, Alfredo cuelga una preciosa foto de la playa de la Concha, realizada desde el Club Náutico, en el chat del grupo de locos cinéfilos que, un año más, celebramos una suerte de 'Gran Hermano festivalero'. Yo envío otra desde la puerta del cine Principal, donde, con media hora de antelación a la siguiente proyección, muchos ya nos agolpamos, haciendo cola, para inocularnos una buena dosis de cine del mejor. Mónica responde en el chat, de manera certera: “Tenemos que ser muy frikis para preferir esto” y así es, en cuanto se abran las puertas volveremos a caer en el hechizo de una nueva historia, que quedará impregnada en nuestro imaginario personal, para  luego desgranarla en común, alargando el placer de lo compartido, en silencio, ante la luz de la gran pantalla.


Como dijo una vez Jonás Trueba en referencia al cine como instrumento pedagógico “el cine nos hace mejores” y muchos de nosotros pretendemos continuar nuestra evolución centrándonos en esa premisa.


El director madrileño recaló en Zinemaldia con su nuevo trabajo, 'La reconquista', regalando a los espectadores casi dos horas de nostalgia y poesía, el perfecto paréntesis balsámico en un festival plagado de historias de violencia y tensión.

 

Resulta necesario bajar la pulsaciones ante esta cinta. Olvidarse del mundo y centrarse en la emoción que se palpa en los silencios, en las miradas y en la luminosa banda sonora del veterano Rafa Berrio. Trueba sabe captar la belleza de los pequeños instantes de intima rutina y, si consigues dejarte llevar, el realismo de las situaciones hará que viajes a tu pasado, rememorando momentos similares de tu propia experiencia.
'La reconquista', que suena a drama bélico afrancesado, no lo es en absoluto. Arriesga en canciones, y bises de estas, otorgándoles un protagonismo a la altura de un nuevo actor principal. Un recurso ya utilizado por el director en su anterior trabajo, 'Los exiliados románticos', entonces apoyado en el preciosismo vocal de Miren Iza.


Paseos solitarios en moto en un amanecer madrileño de calles desiertas, íntimos conciertos en minúsculos antros, nostálgicos encuentros, a deshoras, en la mesa de un anónimo y anodino restaurante chino. Escenas como estas, y otras muchas, nutren el escenario de esta reconquista de historias de amor, que quedaron en el limbo con la esperanza del reencuentro. Siempre principiantes.


Si eres un ser con tendencias melancólicas de los que ama y odia la estación otoñal con todas sus consecuencias. Si todavía sabes echar mano de la paciencia cuando es necesaria y consigues empatizar con las historias íntimas y delicadas, disfrutarás de 'La reconquista'. Un apunte, gana, y mucho en pantalla grande. ¡No te la pierdas!/Isabel Ribote

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