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{CULTURA / CINE}

'Hay una banalización de todo donde la industria del entretenimiento apela a la evasión y la distracción'

Cine Club 'elarrebato' estrena en Logroño Jesús', la segunda película del chileno Fernando Guzzoni

Fernando Guzzoni es un director, guionista y productor de cine chileno acostumbrado a recorrer con sus obras cinematográficas los más prestigiosos festivales internacionales desde su más temprana edad. Cuando contaba con 25 años, su documental 'La colorina', estrenado mundialmente en 2008, Guzzoni se alzó con el premio a la Mejor película en el Festival de Trieste de ese mismo año. Su salto al largometraje de ficción 'Carne de perro' fue reconocido con el Premio Nuevos directores en la edición del año 2012 del Festival internacional de cine de San Sebastián para recabar de nuevo, esta vez en la sección oficial del festival donostiarra, con 'Jesús', su segundo largometraje, una áspera fábula sobre una juventud huérfana y perdida que recibió unas excelentes críticas tanto en éste como en otros festivales y certámenes en los que participado./Isabel Ribote

 

Hoy, viernes 5 de mayo, 'Jesús' se estrenará en Logroño dentro de las actividades de la asociación cultural 'CINECLUB elarrebato', en colaboración con los Cines7infantes en un único pase a las 20:30 horas.

 

SPOONFUL.-: En 'Jesús', tu segundo largometraje, te inspiras en un suceso que sacudió a la sociedad chilena en marzo del 2012. La brutal paliza, a manos de cuatro muchachos, que acabó con la vida de Daniel Zamudio, un joven homosexual, en un parque de Santiago de Chile. ¿Fue el Caso Zamudio el verdadero germen de 'Jesús', o sencillamente es el vehículo utilizado para difundir una necesidad de reflexión ante fenómenos de esta índole por una sociedad adormecida?

Hay un elemento de la película que está inspirado en un hecho real: un crimen  que se produjo en marzo de 2012. Cuatro jóvenes asesinaron a otro en un parque público. La víctima era homosexual y desde entonces, en Chile tenemos una ley anti-discriminación que lleva el nombre de la víctima. Lo que me llevó a extraer elementos del caso fue que la prensa y los medios de comunicación dijeron que los asesinos eran un grupo de neonazis. Yo vi la televisión como cualquier ciudadano y a primera vista me pareció que los asesinos no eran neonazis. Entonces hice una investigación por más de un año con los asesinos, nunca con la víctima, y en particular con el asesino más joven. Así descubrí que uno de los asesinos era imitador de Michael Jackson, que era bisexual. Otro había tenido experiencia bisexual también y formaba parte de la comunidad que consume 'Japan animation' que son gays, que escuchan música japonesa o coreana, etc. Solo uno de ellos tenía un antecedente judicial. Entonces, sentí que esa reducción de la prensa, era como miopía y establecía una muralla entre lo bueno y lo malo, estereotipaba a los jóvenes y generaba un eslogan que nos dejaba a todos tranquilos porque en el fondo uno se decía: "son unos neonazis que mataron a un joven".

 

Pero lo más doloroso y lo más complejo era que más que un crimen ideológico era un fratricidio porque ellos pertenecían a la misma extracción social, se conocían, iban a las mismas fiestas, a los mismos lugares públicos. Entonces no era un crimen por lucha de clases o por venganza, sino que eran hermanos que se mataban entre ellos. Era como el fracaso del pueblo y eso me parecía mucho más doloroso y más aterrador. El elemento que más me llamó la atención fue que los cuatro asesinos y la víctima tenían ausencia de la figura paterna.

S.- El espectador sigue los pasos de los agresores, en especial de uno de ellos, el Jesús del título al que prestó sus rasgos el actor novel Nicolás Durán. Durante el proceso de documentación que llevaste a cabo para abordar la escritura del guion, ¿hasta qué punto cambia tu visión inicial de los hechos una vez que te sumerges en los diferentes puntos de vista de los implicados? 

Bueno, la película se desarrolla obviamente en un contexto chileno pero es un relato global. Lo que a mí me llama la atención mientras me iba sumergiendo en esta historia, era que los jóvenes que nacen en democracia en Chile, o los que se llaman millenials, nacieron en un momento de crisis de la representatividad, en un momento sin ideología donde hay una cantidad de información abrumadora. Todos están buscando su lugar de pertenencia y sienten una soledad profunda. Yo no hago ningún juicio de valor en contra de esta generación, no creo que sean peores que los jóvenes de mi generación, por ejemplo, pero creo que las redes sociales con toda la exposición sexual, la deshinibición, son como una puesta en escena y que finalmente los jóvenes se quedan con esta soledad. 

 

En particular, veo en Chile una sociedad que para el exterior parece funcional y resuelta, ordenada en términos macroeconómicos, pero que tiene una desigualdad en la distribución del ingreso y donde no hay movilidad social lo que va generando una rabia subterránea que en un momento explota de la peor forma sin que se pueda controlar. No tengo mucha información sobre lo que ocurrió en Francia, por ejemplo, con los atentados, pero me gustaría poder imaginarme que el protagonista de la película fuera un joven de una segunda generación de inmigrantes. Hay bombas sociales, hay una fractura que debemos observar. La gente se pregunta por qué pasó eso pero yo creo que tiene que ver con esas heridas que no queremos observar, que no queremos sanar.

 

S.- En alguna de tus intervenciones en los medios haces hincapié en la necesidad de una juventud, éticamente formada, que pueda asumir de manera consciente una sobreexposición a los contenidos violentos que circulan en una red sin apenas filtros ¿Consideras que los espectadores adultos de propuestas tan valientes y realistas como la tuya tienen capacidad para asumir lo que expones y reflexionar ante ello como parte implicada y responsable? 

Creo que hay una especie de banalización de todo donde la industria del entretenimiento apela a la evasión, a la distracción, vivimos además en la crisis de la representatividad política y de los populismos. Entonces me parece que el cine es una herramienta política, de reflexión social. Mis películas van en esa dirección así que, para mí es la forma de hacer eco de ese estado de las cosas que es tan hostil. Desconozco los efectos de la película hacía otras personas pero al menos para mí es la única manera de correr riesgos y ser fiel a lo que discursivamente me genera afinidad. 


S.- ¿Qué fue lo que te hizo elegir un título tan simbólico y potente como es el nombre de Jesús?

La película está cruzada por elementos bíblicos que entretejen el relato de forma subrepticia. El agua, la expiación, la auto flagelación y la construcción arquetípica de un padre que entrega a un hijo, haciendo guiño también al sacrificio de Isaac. 

S.- Hasta ahora has sido el principal responsable tanto del guion como de la dirección de todos tus trabajos para el cine, dotando a tu filmografía de un sello personal que permite al espectador anticiparse a la potencia y realidad de lo que va a ver en pantalla. Esta realidad exige un enorme esfuerzo en cuanto a trabajo y tiempo invertido en cada nuevo proyecto. ¿Contemplas, en un futuro cercano, dirigir guiones de otros autores que te permitan dedicarte por entero a la dirección, o pesa más la integridad  del  autor que asume por entero la total complejidad de sus proyectos?

Estoy dispuesto a dirigir películas que no he escrito directamente, pero siempre con alguna incidencia en el guion. De igual forma tendrían que ser guiones con los cuales sienta cercanía. Me han ofrecido dirigir cosas que no he escrito y hasta el momento me negué por no sentirme muy cómodo con esas historias, sin embargo, he escrito guiones para terceros cosa que también me agrada bastante. Creo que el trabajo escritural sumado a la dirección hacen que mis proyectos los aborde con mucha autoridad pero no me cierro a otras figuras. 


S.- Has comentado en distintas entrevistas realizadas para medios españoles que te “aburre el cine que te deja sin preguntas”. Como espectador, ¿qué títulos recientes te han conmovido en este aspecto? 

En general me aburre genuinamente el cine de Hollywood, no lo digo por esnobismo. Realmente intento ver los blocksbuster americanos pero me aburren profundamente. Últimamente hay algunas películas que me han gustado mucho como 'Sierranevada' de Cristian Piui, 'Maloute' de Bruno Dumont, o 'La muerte de Luis XIV' de Albert Serra. 

 

S.- En alguna ocasión has hablado de tu pasión por la música y tu deseo de formar tu propia banda. En el caso de que esto se llegue a materializar  ¿Sigues adelante con esta intención o el cine es ahora tu máxima prioridad?

El cine y la escritura son realmente mi oficio y me interesa ampliar ese registro y seguir cruzándolo con la literatura, pero la música está muy lejos y no tengo el talento. 

 

S.- En qué tipo de proyectos trabajas en la actualidad o es todavía muy pronto para hablar de nuevos títulos en tu filmografía?

Estoy con dos películas, una que filmaré este 2017 y otra que filmaré el 2018. La de este año es una película pequeña y la del 2018 es grande en términos de lo que he hecho hasta ahora. Ambas escritas por mí y ambas son dramas pero con mucho elemento de género, específicamente thriller y suspense. 

 

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