2010

{ACTUALIDAD}

Luis Martínez de Mingo abre las XX Jornadas de Poesía en Español

"Sepulta la Naturaleza

bajo el aglomerado trajín

quedaba la vasta extensión de despojos

de una jauría milenaria:

Gran páramo de latas, vísceras, monedas.

 

El estirado lomo del miedo y el silencio

obligaban a intentar de nuevo

la proximidad humana del calor,

aunque sólo fuera el roce y el lamento.

 

En algunos quedaba memoria

de que en la confluencia

vigilaban los dioses las batidas".

 

Luis Martínez de Mingo (Logroño 1948) no ha dejado de escribir poesía desde que comenzó. Sus hazañas velocipedistas son legendarias. Todavía se habla con reverencia de su subida al monte Carmelo, bici en hombro. Sus episodios literarios no son menos míticos, tal como reseña el catálogo de las XX Jornadas de Poesía en Español. Martínez de Mingo ha cultivado la poesía en verso, la novela en prosa, el cuento, el libelo, la memoria intempestiva, el género policiaco, la novela con fondo histórico, el ensayo literario, la biografía y el ditirambo, con idéntico ahínco. Ha sido finalista del premio Nadal (El perro de Dostoievski, 2001), excelente cuentista (Bestiario del corazón, 1994), poeta intermitente (Cauces del engaño, 1978; Anacrónica y Fidel, 1985; Ni sombra de lo que fui, 2013) y memorialista a saco (Pienso para perros, 2014). Además ha sido, "durante cuantiosos lustros, profesor de literatura, y maestro de ignaros e incongruentes".

 

* Jornadas de Poesía en Español. Lunes 9 de abril. 20 horas. Casa de los Periodistas. Logroño.

 

ÚLTIMO TANGO EN EL CAFÉ BRETÓN

 

"Déjame un poco más, que no nos miran.

Te he dicho que con gente no me pongo.

Antes casi has cerrado hasta los ojos.

Habrá sigo un bajón de adrenalina.

 

Si te pongo el dedo donde estaba,

y tu te hasces la sorda como siempre,

ya puede venir Colo sonriente

que estaremos de viaje por Irlanda.

 

Haz lo que quieras, que me tienes harta.

¡Cómo me gustan tus eufemismos!

Dime por qué hoy no te has puestos bragas.

 

Porque no se que tienen estas sillas

que es sentarme y ponerme perdida.

no me hace falta ni mantequilla".

 

 

 

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