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Logroño entrega la Medalla de Oro de la ciudad al cocinero Lorenzo Cañas

“Nunca olvido de dónde vengo, de mi barrio, y lo que soy, cocinero”.  Lorenzo Cañas recibió con estas palabras la Medalla de Oro de la Ciudad de Logroño, en reconocimiento a su trabajo y prestigio.  Tras recibir la máxima distinción que otorga la ciudad –su ciudad-, Cañas agradeció la complicidad de su familia en su carrera y la colaboración de los miembros del equipo que le han acompañado a lo largo de todos estos años, desde el restaurante La Merced, primero ubicado en pleno Casco Antiguo, y después en el entorno del parque de La Grajera.

Lorenzo Cañas nació en Logroño en 1947 en el seno de una familia con tradición hostelera. Representa una de las figuras más emblemáticas de la gastronomía y es precursor de una destacada generación de chefs. Los méritos que acompañan la concesión de la medalla apuntan que “Cañas ha contribuido a enriquecer la gastronomía con profesionalidad pero sobre todo con personalidad, desde que abrió su primer restaurante, ‘La Merced’, en 1971”.

El cocinero logroñés ha recibido numerosos reconocimientos personales y profesionales. Entre ellos destaca la Medalla de Plata al Mérito Turístico; así como el Premio al Fomento Turístico de La Rioja o el título de Riojano Ilustre del Gobierno de La Rioja. Otros galardones que le han sido concedidos son el premio ‘La Gula’; el Trofeo Internacional de Turismo y Hostelería; el Cordón de Plata Gastronómico; la Miga de Oro; el Premio Restauradores; el Premio Gourmet al mejor restaurante decorado de España o el diploma de la Academia Riojana de Gastronomía.

La alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, resaltó que “desde su vocación”, Lorenzo Cañas ha aportado “visión y energía en la construcción de un futuro mejor”. Y desde su experiencia, talento y capacidad, añadió, “ha manifestado el potencial de Logroño en todo el mundo”.

Los asistentes al acto celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Logroño coincidieron en describir a Lorenzo Cañas como un excelente precursor y un gran maestro de la cocina riojana, así como un modelo de carácter, esfuerzo y pasión por su trabajo.

Cañas, emocionado, agradeció el homenaje y las palabras, al tiempo que ponía en entredicho esa ley no escrita que asegura que nadie es profeta en su tierra./J.M.