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{ACTUALIDAD}

Libros de artista, libros objeto

La Biblioteca Nacional (BNE), dentro de los actos de celebración de su tercer centenario (1711/2011) ha diseñado, en colaboración con Acción Cultural (AC/E) una exposición en la que los protagonistas son los libros de artista y los libros objeto. En conjunto se trata de 200 ejemplares procedentes de la propia colección de la Biblioteca los que forman 'El libro como...'.


Al recorrer la muestra se percibe la intención de otorgar el protagonismo al visitante, permitiéndole interactuar con cada pieza por medio del sonido, la música, o el cine. La conexión con el público ha sido, desde su concepción, una de las ideas que ha impulsado ‘El libro como…’. Por ejemplo, al confeccionar una de sus secciones proponiendo a lectores anónimos –a través de los perfiles de facebook de la BNE y la AC/E- la selección de más de quinientos textos que describen a personajes relacionados con la literatura.


La comisaria de la exposición, la profesora e investigadora de la Universidad de Barcelona, de la ESMUC y de la URL, Magda Polo, recuerda que  “Es la primera vez que se pone en marcha en nuestro país una exposición que no comienza el día de su inauguración, sino mucho antes.  El objetivo es que tuviera participación constante antes, y la siga teniendo durante y después”.

 

Todos los textos recibidos se podrán ver durante la muestra y también a su conclusión,ya que se editará un e-book, un libro de narraciones editado con el contenido que han elaborado los visitantes de la exposición en la sección 'El libro como destino', lo que se denomina ‘cadáver exquisito’.
La exposición presenta nueve secciones, comenzando por el libro como ‘cazador de instantes’; es decir, el libro que congela narraciones y elabora documentos para la memoria. “Casi siempre  desvelan algo que estaba escondido. Los libros nos sorprenden continuamente”.  ‘Nocturn matinal’, de Joan Brossa y Antoni Tàpies; ‘Emblemas’, de José Ángel Valente y Antonio Saura; y ‘Re/tratos’, de Eduardo Scala, son los ejemplares seleccionados para ilustrar esta primera idea.


Al continuar por los pasillos de la Biblioteca Nacional accedes al capítulo ‘El libro como poética de la mirada’. Un planteamiento que apunta que la creación, edición y producción de libros son susceptibles de una cantidad insospechada de detalles, ya sean a través de la tipografía, el diseño de la cubierta, o a sus acabados. Para corroborar la teoría nada mejor que contemplar ‘Les essències de la tierra’, de Joan Miró; ‘Fotopoemario’, de Joan Brossa y Chema Madoz; ‘Calligrammes’, de Guillaume Apolinaire, o ‘Faust’, de Goethe.


Siguiendo el repaso a los sentidos, llegamos al ‘libro como música’. Y es que, como bien explican los textos que acompañan a cada pieza,  las partituras musicales no dejan de ser libros escritos en idioma musical. “Es a partir de las segundas vanguardias del siglo XX cuando el músico –señala el panel informativo- explora nuevas formas de escribir su música, llegando al extremo de rozar el límite de lo sonoro para pasar a ser puramente música visual, un tipo de música que muchas veces no es audible, no puede ser ni interpretada ni escuchada”. ‘Cop de poma’, de Miró, Tàpies, Brossa y Mestres Quadreny; ‘Salle XIV’, de Vicente Huidobro; y ‘Amb música de Bach’, de Miquel Martí y Pol y Joan Hernández Pijuan son los ejemplares elegidos para ilustrar la sección.

 

También hay espacio en la muestra de la BNE para el ‘libro como destino’, desde el planteamiento del destino del libro y el diálogo entra las ideas del libro tradicional y el e-book, las nuevas tecnologías y los nuevos soportes.

Y el ‘libro como manjar’ también tiene cabida en la exposición. Y si hace falta argumentar, la muestra te invita a “pensar en el libro como alimento exquisito, como alimento del alma. Las horas de lectura sacian el hambre de saber”. Y que mejor forma de corroborarlo que el reflejo de trabajos como ‘El lBulli’, de Ferran Adrià o ‘Still life’, de Antonio Saura y Manolo Valdés.


Y llegamos al ‘libro de artista’, en el que lo pictórico, lo escultórico y lo literario pasan a formar parte del propio libro, que es tratado desde el punto de vista artístico. “Los libros de artista o libros objeto inauguran una nueva categoría de libros”. Son ejemplares como ‘Trios visions’, de Quevedo y Antonio Saura; ‘Ubu roi’, de Alfred Jarry y Joan Miró; ‘El entierro del Conde de Orgaz’, de Pablo Picasso; ‘El mar de Ginebra’, de Miquel Barceló; o ‘Voz acorde’, de Chillida.

 

Y no podía faltar el ‘libro como deseo’. Y es que como se puede leer en la exposición: “Muchas páginas de la literatura universal se han teñido de erotismo con la finalidad de colmar un anhelo de saciabilidad. El erotismo ha sido un cebo destacable para muchos artistas que han dado rienda suelta a sus instintos más voraces en sus manifestaciones artísticas, auspiciados por relatos en los que el sexo y el deseo se han citado en miles de historias”. Que se lo digan a los ‘Cien sonetos de amor’, de Pablo Neruda y Doroteo Arnaiz; ‘Bestiario’, de Rafael Alberti; o la ‘La Célestine’, de Fernando de Rojas y Pablo Picasso, ediciones que pueden contemplarse en ‘El libro como…’.
Los recovecos de la sala te llevan hasta la octava sección, el ‘libro como herida’. Un idea que se sustenta en que toda herida se corresponde con una lesión, en un traumatismo y en el convencimiento de que no solo existen heridas físicas, también las hay psicológicas. “Las heridas pueden producirse en la cubierta de un libro, en las notas a pie de página. Hay que recordar que los libros han sido considerados, en algún periodo y en la mayoría de culturas, elementos peligrosos por sus contenidos, ya que han ayudado al hombre a ser libre, a pensar sin ataduras”. Como ejemplo: ‘Wound’, de Anish Kapoor y ‘Cartac’i, de Joan Brossa y Perejaume.

 

El recorrido concluye con la propuesta de enteder el ‘libro como viaje’, a través de la fantasía y la ficción. “Pueden ser un paseo, un éxodo, una odisea, un periplo... Cada uno de ellos es una aventura”. El libro como viaje propone contemplar ediciones de ‘Poeta en Nueva York’, de García Lorca y Eduardo Naranjo; ‘El Ingenioso Hidalgo Don Qiuijote de la Mancha’, de Cervantes y Salvador Dalí; o ‘Damasco Suite’, de Alberto Corazón.
Como toda exposición, ‘El libro como…’ cuenta con su catálogo; una edición que, en sí misma, ya es un libro de artista, ya que el visitante que lo adquiera definirá su diseño final. El catálogo es un libro sin acabar de encuadernar -un diseño de encuadernación ideado por Charo Diez-, que ofrece la posibilidad de escoger entre nueve sobrecubiertas diferentes –una por cada área temática de la exposición-, así como nueve juegos de títulos. La composición definitiva de su catálogo la confeccionará el propio visitante, creando así un libro único, su propio libro./Javi Muro


‘El libro como…’ podrá verse en la Biblioteca Nacional hasta el 13 de enero de 2013.


Galería de imágenes. Relación de fotografías y secciones.

1. El libro como poética de la mirada. Libro escultura de Ignacio Asenjo.

2. El libro como música. Partituras visuales y audición de las obras de Rayuela, de Julio Cortázar.

3.  El libro como libro de artista. En primer plano, la obra Cántic del sol, de Joan Miró, junto a libros de Rafael Alberti, Antoni Tàpies y Pablo Palazuelo.

4. El libro como destino. Los visitantes a la exposición pueden elaborar un relato que será editado como e-book.

5. El libro como herida. Mi biblioteca nº 5, de Juana María Sáenz.

6. El libro como deseo. Bestiario, de Rafael Alberti.

7. El libro como herida. En primer plano, Wound, de Anish Kapoor; y proyección de un fragmento de la película Fahrenheit 451, de Truffaut.

8. El libro como manjar. Intervención con sopa de letras para que los visitantes a la exposición puedan elaborar su propio plato.

9. El libro como poética de la mirada. Los libros expuestos en esta sección destacan por su composición tipográfica, encuadernación, diseño o materiales.

Siguientes.- Catálogo.

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