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{TENDENCIAS / TENDENCIAS}

Si en El Comidista todo fuera bueno no sería mi blog sino el de Fresita de Gran Hermano'

En unos días estará en librerías 'La cocina pop de El Comidista', de Mikel López Iturriaga

Mikel López Iturriaga es el autor de uno de los blogs sobre cocina y alimentación más seguidos en la red, 'El Comidista'. Se reconoce periodista antes que cocinero, aunque la relación con la restauración comenzará casi a la par que su trabajo como redactor. A través de 'El Comidista' relata una cocina de autor -entendido autor, como su propia idea de la cocina- en la que puedes encontrar desde recetas deliciosas, a consejos, trucos y críticas culinarias. También el consultorio 'Aló Comidista', una canal que le permite relacionarse con sus lectores y ofrecerles consejos gastronómicos y, en más de una ocasión, respecto a otras caras de la vida. Mikel escribe en la edición impresa de El País, colabora con el programa Hoy por Hoy, y ha pasado por las redacciones de TeleMadrid, Ya.com y ADN. En 2011 escribió el libro 'Las recetas de El Comidista' y en unos días estará en las librerías 'La cocina pop de El Comidista', un trabajo en el que muestra como preparar diferenes platos, cada uno acompañado con la recomendación de una película o serie que ver mientras se degusta. A la oficina se lleva, la mayoría de los días, la comida preparada en un tupper./Javi Muro

 

Spoonful.- ¿Qué fue antes tu vena periodística o la gastronómica?

La periodística. Fui periodista mucho antes de tener ninguna relación profesional con la gastronomía. Aunque comer bien me ha gustado siempre, y mi afición por la cocina empezó más o menos cuando me independicé y empecé a ejercer de plumilla.


S.- Cómo periodista, ¿crees que hoy en día se hace buen periodismo
?

Sí se hace buen periodismo, pero la profesión vive días horribles. Entre la absoluta precarización de las condiciones laborales, el sectarismo y el amarillismo, digamos que no son los mejores tiempos para el periodismo. Y esto es muy malo no sólo para los que nos dedicamos a ello, sino para la sociedad en general.


S.- ¿Quizá se han posicionado ideológicamente –entre comillas-  de forma exagerada las diferentes cabeceras de la prensa nacional?

Sí. El problema no es que un medio tenga una línea ideológica, algo que es normal y no tiene por qué ser malo. El problema es cuando se deforma o se oculta la realidad, se miente o se manipula a la gente con informaciones tendenciosas.


S.- ¿No tienes la impresión de que se habla con más libertad en muchos blogs que en la prensa?

Desde luego, se opina con más libertad en los blogs, eso es indudable. Pero pienso que determinado periodismo de investigación (hablo del de verdad, no de las chorradas de cámara oculta) por ahora sólo se puede hacer desde la prensa, por la sencilla razón de que es caro.


S.- De la música a la cocina. Menudo salto o, quizá, ambas sean arte…

La música es un arte, desde luego. La cocina, no lo tengo tan claro. Pero ambas cosas son igual de interesantes para mí.


S.- Y… ¿se hace buena cocina hoy en día?

¡Por supuesto! Hay restaurantes fantásticos en toda España, y no hablo solo de las estrellas Michelin. También hay mucho timo, pero eso ha pasado siempre. Lo que sí está en franca decadencia es la cocina casera, y esa es mi misión personal: convencer a la gente de que cocinar en casa no sólo es bueno, sano y económico, sino que es divertido.
S.- Siguiendo tu blog, muchas veces surge la idea de que es posible comer bien en muchos sitios, pero como en casa…

Bueno, son cosas distintas. Yo no niego el placer de ir a un restaurante y que te den bien de comer, sobre todo porque no tienes que fregar después. Y desde luego hay cosas que se pueden hacer en una cocina de un restaurante que son muy complicadas, cuando no imposibles, en casa.


S.- ‘El Comidista’ te da juego y te permite hablar de absolutamente de cualquier tema… sea social, cultural, deportivo, de ocio, relacionado con el turismo… ¿La cocina, la gastronomía, está en todas partes y relacionada con todo?

Yo diría más bien que la comida está en muchos sitios, no tanto la cocina o la gastronomía. A mí me divierte hablar de alimentación o de la cultura relacionada con la comida, además de dar recetas u otro tipo de información gastronómica. Es más variado y da más juego.


S.- La alcachofa, el logo de El Comidista, no deja de tener un simbolismo periodística, ¿no?

Pues mira, ¡nunca lo había pensado! La alcachofa está ahí un poco de rebote, porque yo soy muy verdulero y fue la que le vino a la cabeza a la diseñadora.


S.- En todo caso, cada artículo o entrada en tu blog está bañada con sentido del humor e ironía, ¿no?

Casi siempre. Lo hago para no aburrirme, y porque también es mi forma de ver la vida. Esto no significa que yo sea un humorista ni que todo sea jiji-jajá, porque en el blog también trato temas serios. Pero me gusta reírme, y que los lectores se rían con mis chorradas.


S.- ¿Qué ha logrado que la cocina, la restauración, se haya convertido desde hace unos años en un tema noticiable y de actualidad? ¿En qué momento saltó de los medios especializados o las guías turísticas a la información diaria?

Es algo que ha pasado en todo el mundo occidental: la comida cada vez interesa más y ocupa más espacio en los medios. Supongo que es algo que viene ya de los setenta con la nouvelle cuisine, y que aquí en España tiene que ver con la revolución que comenzaron los cocineros vascos como Arzak o Subijana y que alcanzó su máxima expresión en Ferran Adrià.


S.- ¿Crees que con la cocina se ha producido también una ‘burbuja’ al estilo de la inmobiliaria (a su escala, claro)?

Bueno, ha habido mucha tontería, desde luego. A una serie de personajes que hacían y hacen una cocina extraordinaria les salió una corte de imitadores cutres, como pasa siempre en todos los órdenes de la vida. El boom económico alimentó esa burbuja de cocina aparatosa, rebuscada y muchas veces ridícula.


S.- ¿Ha habido intrusismo?

Desde luego: yo soy un claro ejemplo de ello. Un intruso en un mundo que no era el mío.


S.- ¿En ocasiones se ha utilizado el hecho de que la cocina y los grandes restauradores estén de moda para crear espectáculos alrededor que igual poco tienen que ver con sentarse a disfrutar de una buena comida? (recuerdo aquellos restaurante en los que se comía a ciegas).

Bueno, es que había un público sediento de 'experiencias', de hacer cosas diferentes y raras, de buscar placeres inéditos y extravagantes. El problema es que muchas de esas experiencias no aportaban nada y a la larga resultaban ridículas. Pero este tipo de cosas siempre pasa en épocas de bonanza económica: la extravagancia no es patrimonio de nuestra época. Lo que sí fue diferente es que esa bonanza llegó a mucha gente de la clase media, fue más masiva que nunca.


S.- A leerte, da la impresión de que no sólo te informas para transmitir a tus lectores de novedades, recetas, etc, sino que realmente te gusta cocinar y disfrutas haciéndolo, ¿no?

Claro, me entusiasma cocinar. Pero tampoco escondo que a veces me da un palo tremendo, y así lo cuento en el blog. Se trata de ser sincero y de no aparentar que eres una persona feliz las 24 horas del día con una vida perfecta. La gente agradece que reconozcas tus errores y tus miserias, que a veces son más divertidas que tus aciertos.
S.- ¿Cómo ha ido y cómo ha sido el traslado del blog a los libros?

Un poco coñazo, para qué te voy a engañar. Pero a la vez instructivo. Te permite revisar muchas cosas y mejorar las recetas bastante.


S.- También, al visitar tu blog uno se da cuenta de que cuando tienes que criticar algo se critica. ¿Forma parte del compromiso con los lectores el hecho de no ser como esas revistas de cine que todas las críticas son buenas o muy buenas? Por a apuntar uno, aquella carta al señor Mercadona.

Si todo fuera bueno o muy bueno, no sería mi blog, sino el de Fresita de Gran Hermano o el de Anne Igartiburu en Corazón de... Yo hablo de lo que me gusta y lo que me disgusta con total libertad, intentando siempre razonar mis posiciones. Si hay algo que me enfurece o me parece un timo, lo digo.


S.-¿Cómo se consigue estar al día de cada nuevo artilugio, restaurante, menú, bebida o receta nueva?

Es imposible estar al día de todo, te volverías loco. Yo intento tener las orejas muy abiertas en las redes sociales y mirar muchas webs y blogs de comida. Y atender a los lectores, que te dan un montón de sugerencias muy útiles.


S.- La participación en ‘Aló Comidista’ es muy numerosa, ¿esperabas al ponerla en marcha esta aceptación? Te preguntan de todo; la gente es capaz de relacionar absolutamente cualquier cosa con la cocina… muchas cuestiones con las relaciones de pareja de por medio e incluso alguna insinuación, ¿no?

Ha habido de todo, en efecto. Yo no esperaba este boom, sinceramente. Pero imagino que a la gente le ha gustado que no fuera ni un consultorio culinario convencional ni un desparrame total, sino algo en el punto medio.

 

S.- ¿Siguen siendo las patatas a la riojana tu plato favorito?

Sí, pero en durísima competencia con las pochas, las alcachofas con almejas, los espárragos...


S.- ¿Comes en casa, de menú o te llevas el tupper a la oficina?

La mayor parte de los días, de tupper. Llevo cosas de casa o compro verduras o legumbres cocidas en alguno de los mercados que me pillan de paso, y luego las tuneo en el estudio. Comida sencilla, fresca y por lo general bastante vegetariana.

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