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{TENDENCIAS / OCIO}

HBO y las normas de la televisión saltaron por los aires

Sucedió un día como hoy, un 8 de noviembre de 1972. Hace cuarenta años, el canal de televisión HBO comenzaba a emitir como tal. Desde ese momento la pequeña pantalla y sus contenidos ya nunca volverían a ser lo mismo.

 

Los orígenes de HBO se remontan unos años atrás. En 1965, Charles Francis Dolan obtuvo la franquicia para crear un sistema de cable bajo Nueva York, una red que denominó ‘Sterling Mangattan Cable’ y que se convirtió en la primera malla de comunicaciones subterránea de los Estados Unidos. En vez de colgar el cable siguiendo los postes eléctricos, lo soterró y uso antenas de microondas para recibir la señal. Ese mismo año ‘Time Life INC’ adquirió el veinte por ciento de la compañía de Dolan. Quizá aún no eran conscientes, pero estaban dando los primeros pasos para que unas cuantas décadas después los espectadores disfrutaran de algunas de las mejores historias que jamás se han contado a través de la televisión.


Dolan tenía fama de visionario y pionero, y a principio de los años 70 dejó una nueva muestra de su carácter. Con la idea de abrir nuevas fuentes de ingresos creó el canal ‘Green Channel’ en el que los espectadores pagaban un extra por recibir las películas sin cortes y sin anuncios, así como por el acceso a las principales retrasmisiones deportivas. Aunque la distribución por satélite era un reto aún y de éxito incierto, Dolan convenció a ‘Time Life’ para respaldar el proyecto y ‘Green Channel’ se convirtió en ‘Home Box Office’. El 8 de noviembre de 1972 nacía HBO y comenzaba una nueva forma de entender la programación de contenidos a través de la televisión.

 

El partido entre los New York Rangers y los Vancouver Canucks fue el primer evento que retransmitió HBO. Esa misma noche, el nuevo canal emitió su primera película ‘Casta invencible’, dirigida por Paul Newman. Gracias a la tecnología vía satélite, HBO pudo emitir en directo el mítico combate de boxeo entre Muhammad Alí y Joe Frazier, que tuvo lugar en Manila. Pero eso sucedió ya en 1975.

 

Once años después, se convertiría también en el primer canal en codificar su emisión, con el objeto de que la señal sólo fuera recibida por los espectadores abonados. Hoy en día, HBO está presente en un tercio de los hogares estadounidenses.
Lo cierto es que, rápidamente, HBO alcanzó reputación por su programación original y diferente. El hecho de financiarse a través de los suscriptores sin la presencia de la publicidad tradicional avaló la no dependencia de las audiencias y la posibilidad de abordar temas controvertidos para otras cadenas, emitir escenas explícitas de violencia, sexo y drogas, o diálogos soeces, por ejemplo.

 

HBO ha conseguido generar entorno a sus contenidos una identidad de marca y lo ha logrado, esencialmente, a través de sus series. Han sido la producción propia de ficciones dramáticas su mejor baza para fidelizar a sus suscriptores. HBO abrió la mano y la mantiene abierta a autores consagrados, a sus historias y proyectos, a temas tabúes inabordables en ninguna otra cadena y, sobre todo, a la renovación de las fórmulas narrativas.

 

Desde esa filosofía, HBO despreciaba los índices de audiencia como principal  criterio para evaluar el éxito de un programa. Un planteamiento gracias al cual han ido creciendo algunas de las mejores historias contadas a través de la televisión. ‘The Wire’, ‘Los Soprano’, ‘A dos metros bajo tierra’, ‘Roma’, ‘Deadwood’, ‘Juego de Tronos’, ‘Hermanos de sangres’, ‘The Pacific’, ‘Sexo en Nueva York’, ‘Generación Kill’, ‘Boardwalk Empire’ o el último trabajo de Aaron Sorkin, ‘The Newsroom’, por citar algunas de las más avaladas por la crítica.

El canal HBO se ha convertido en emblema de la televisión de calidad alterando por completo las reglas existente hasta ese momento en el medio televisivo. Algunos de los eslóganes de la cadena remarcan ese elemento diferenciador. Desde el inicial: ‘Different and Firts’ (Diferente y primero) hasta el lema más conocido ‘It´s not tv, it´s HBO’, sin olvidar la idea de experiencia única de ‘Don´t miss HBO’ (No te pierdas HBO), ‘There´s no place like HBO’ (No hay lugar como HBO’, o ‘We´re HBO’ (Somos HBO).

 

Dicen que los canales de televisión tradicionales venden espectadores a los anunciantes, mientras que HBO vende su propio producto. Una creatividad que desde la propia cadena han descrito en más de una ocasión y que se sustenta en las preguntas: “¿Es diferente? ¿Es bueno?”. Quizá la frase que define a HBO se encuentre en la reflexión de Carmen Cascajosa, en su trabajo sobre la cadena: ”No es televisión convencional”.
Una de las características de las series producidas por HBO es la presencia de directores y guionistas de prestigio a los que se concede un elevado grado de libertar creativa. Un dogma compatible con el planteamiento de no perseguir de forma obligatoria el éxito comercial, pero sí, en cambio, el prestigio de la crítica.


Una búsqueda de la diferencia que trasladan hasta la estructura de sus series –no existe el resumen de capítulos anteriores- o a los títulos de crédito, a los que también confieren imagen de marca y cuidan hasta el extremo. En ‘Los Soprano’, por ejemplo, los créditos están acompañados de una música diferente en cada capítulo. En el caso de ‘The Wire’, en cambio, el tema ‘Way down in the hole’ es interpretado por un músico diferente en cada temporada.


Como no puede ser de otra manera HBO también ha cosechado sonoros fracasos, pero su influencia en la producción de ficción televisiva ha sido determinante; gracias a su forma de entender la pequeña pantalla hemos podido disfrutar del detective McNulty, de Omar, de Tony Soprano, de la funeraria de ‘A dos metros bajo tierra’ o de Tyrion Lannister, en Juego de Tronos. Y es que cuarente años después… no es televisión, es HBO./Javi Muro

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